10 curiosidades sobre los delfines que no conocías

Aunque no hay nadie en el mundo que no conozca estos bellos mamíferos marinos, son muchas las curiosidades sobre los delfines que la mayoría de personas ignoramos y que vale la pena conocer.

Los delfines pertenecen a la familia Delphinidae de la orden Cetácea y son una de las especies más antiguas en el planeta. Así lo demuestran numerosos estudios, incluyendo el relacionado con el hallazgo del fósil de un cetáceo de 4 patas que fue un ancestro común de las ballenas y delfines modernos.

Son mamíferos pues alimentan a sus crías con leche producida en las glándulas mamarias de las madres. También dan a luz a través de un parto y para sorpresa de muchos se considera más inteligente que el hombre y el elefante.

Pero vamos a contarte algunas peculiaridades de estos bellos animales marinos, que entre otras cosas, respiran aire como nosotros y necesitan salir cada cierto tiempo a la superficie para rellenar sus pulmones.

La vida de los delfines siempre es en grupo

Una de las curiosidades sobre los delfines que no sabías es que existen 30 variedades de esta especie, que conforman una población mundial de aproximadamente 9 millones de individuos. A esto se suma un estimado de 2.000 animales que viven en zoológicos, santuarios, centros de recuperación y parques acuáticos en todo el mundo.

Los delfines viven en grupos de 15 a 150 animales, en cuyo seno existe una clara jerarquía social y donde las madres, tías y abuelas comparten el cuidado de las crías. Esto las asemeja a los seres humanos, ballenas, orcas y elefantes, que son los otros mamíferos superiores.

Sin embargo, pueden reunirse hasta 500 o más individuos en zonas ricas en peces, como ocurrió con un grupo de 1000 delfines que nadaban juntos frente a las costas de California, Estados Unidos.

Curiosidades sobre los delfines: prefieren las aguas poco profundas

Los delfines están presentes en aguas tropicales o templadas de baja a media profundidad, donde exista una buena provisión de peces, su alimento principal. Por esta razón se pueden encontrar en todos los continentes, excepto la Antártida.

Algunas variedades como el nariz de botella puede encontrarse desde África hasta el continente americano y prefieren las bahías y zonas poco profundas donde los peces suelen concentrarse para reproducirse.

Usan la voz para comunicarse y conocer el entorno

Entre las curiosidades sobre los delfines que más destacan tenemos que poseen un sistema de sonar o ecolocalización basado en chillidos, gritos y otros sonidos, que al rebotar le permiten detectar peces y objetos a su alrededor.

Pero además lo usan para comunicarse entre sí, implementando un lenguaje complejo basado en una mezcla de sonidos en alta y baja frecuencia. Se ha encontrado que cada gran grupo de delfines puede hablar un “idioma” diferente a los demás, con una amplia gama de silbidos y ruidos.

Estos les permiten intercambiar información compleja entre individuos. Por ejemplo, se comunican constantemente entre sí al cazar en grupo o hacer vigilancia contra tiburones y otros depredadores.

Curiosidades sobre los delfines: usan herramientas

Aunque no es algo común, ciertas especies de delfines han sido vistos usando esponjas tomadas del fondo marino para frotar la piel de otros individuos y eliminar parásitos.

También se sospecha que las usan para fines medicinales y para jugar, sobre todo entre delfines adolescentes o infantes.

Son animales racionales

El uso de herramientas y comunicación verbal no son las únicas curiosidades sobre los delfines que llama la atención de los expertos. Diversos estudios han demostrado que tienen consciencia de su individualidad y pueden comprender su entorno, realizar pensamientos lógicos y sacar conclusiones ante una situación determinada.

Además pueden cambiar su conducta si perciben que esto los puede ayudar a relacionarse mejor con otros individuos o a conseguir un objetivo. Por esta razón, se les considera animales racionales dotados de una gran inteligencia a nivel cognitivo y social.

Duermen en estado de semialerta

A diferencia de la mayoría de mamíferos, los delfines duermen en un estado de semialerta que les permite reaccionar rápidamente al más mínimo peligro. En 1964 se encontró que la variedad Nariz de Botella (Tursiops truncatus) duerme con un ojo abierto y el otro cerrado.

Años después, se descubrió que los delfines blancos del Pacífico (Lagenorhynchus obliquidens) abrían y cerraban un ojo al dormir, pero siempre del lado en el que se encontraban los demás miembros de la manada.

Totalmente carnívoros

Al nacer, el bebé delfín se alimenta exclusivamente de la leche de su madre, muy rica en grasa. Sin embargo, al cesar la lactancia comienza a cazar peces, moluscos, pulpos y diferentes tipos de invertebrados, que serán su dieta por el resto de su vida.

Pero una de las curiosidades sobre los delfines relacionadas con su alimentación es que su boca posee una gran cantidad de dientes, pero no mastican a sus presas. En su lugar, las engullen enteras y pueden ingerir fácilmente presas de hasta 6 kilogramos de peso.

Son animales muy sexuales

Los delfines son animales con una intensa vida afectiva que se manifiesta en continuas actividades sexuales con sus parejas, pero también con sexo grupal o incluso con individuos de su mismo género..

Además, se sabe que los jóvenes machos tanto en cautiverio como en estado salvaje se masturban con regularidad, algo que solo se ha visto en el hombre y en ciertas especies de primates.

Son inofensivos para el hombre

A pesar que es frecuente encontrar en zonas costeras habitadas por el hombre y que pueden pesar desde los 80 hasta los 250 kilogramos de peso, son muy raros los casos en que delfines salvajes han atacado al hombre.

Se cree que la mayoría de estos ataques corresponden a confusiones con potenciales presas, pero al darse cuenta del error el delfín suele dejar en paz al humano.

Sin embargo, en el caso de delfines en cautiverio si hay un mayor número de ataques y los expertos señalan que se corresponde con el alto nivel de estrés y sensación de amenaza en que viven estos mamíferos en los zoológicos y delfinarios.

Sin importar si estos espacios tienen un entorno agradable, la calidad de vida de estos inteligentes mamíferos no es la misma que en el mar abierto, así como tampoco gozan de alimento fresco ni de la socialización que necesitan para mantener su “cordura”.

De hecho, se sabe que un delfín en cautiverio rara vez supera los 20 años de vida, mientras que uno en estado salvaje puede vivir fácilmente hasta los 50 años de edad.