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Curiosidades del Mundo

5 Lugares más siniestros del mundo que puedas visitar

Esa extraña obsesión que puedas tener por historias o leyendas macabras. La puedes saldar, si viajas a los siguientes lugares más siniestros del mundo, que pongo a tu disposición.

Los lugares abandonados suelen encerrar anécdotas extraordinarias que activan tu curiosidad. Seguramente, te hacen recordar los cuentos, que relataban tus primos, para mantenerte intrigado durante horas.

Sitios que se han vuelto testigos de épocas pasadas. Marcados por sus historias sobrenaturales o de profunda tristeza. Hechos reales, que te reflejan eventos funestos por años, del tránsito de la humanidad.

Lugares más siniestros del mundo
Lugares más siniestros del mundo: Isla Hashima

Entre fantasmas: Isla Hashima

Fue en 1887 cuando, en una pequeña isla de Japón llamada Hashima, se descubrió una veta de carbón en el subsuelo marino. En su esplendor, Mitsubishi Materials, compra el lugar, para explotarlo a nivel industrial. Con el paso de los años la producción de dicho mineral se multiplicó.

En su apogeo, llegaron a vivir más de 5.000 personas. Convirtiéndose en un hormiguero humano, y un lugar densamente poblado. Donde la cantidad de habitantes crecía proporcionalmente al desarrollo del negocio. 

La empresa, llegó a levantar muros de hormigón en los bordes exteriores de la isla ¡triplicando su extensión! Y así solventar la necesidad de viviendas. Hashima, empezó a ganarse el apodo de la “isla sin verde». No había espacio para más nada, que cemento. 

Durante la II Guerra Mundial, en el islote, murieron miles de personas. Debido a las condiciones extremas que soportaban. Trabajadores y prisioneros esclavizados, morían por accidentes, enfermedades pulmonares, malnutrición o suicidio, ante la desesperanza.

El cierre oficial de la mina se produjo en 1974. La isla quedó abandonada, y aún guarda el eco de mucho dolor y sufrimiento. En 2002, Mitsubishi la donó a Nagasaki. Y se abren algunas zonas, para aquel turismo atraído, por el misticismo que impregna. 

En 2015 Hashima fue considerada como parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.

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Lugares más siniestros del mundo

Ataúdes colgantes, Filipinas

Uno de los cementerios más raros del mundo, se encuentra situado en Filipinas. No es más que una pared gigante de roca, llena de sarcófagos. Las piezas se encuentran suspendidas a 100 metros de altura.

Los ataúdes colgantes de Sagada fueron nombrados en honor al Rey Felipe II de España. La tradición tiene unos dos mil años aproximadamente. Y consiste en que los pobladores filipinos, fabrican a mano, su propio ataúd para que el día de su muerte, fuera colgado lo más alto posible y así estar cerca del cielo.

Los hay, con sillas enganchadas a un lado del féretro. Defendiendo así, el credo de que si el difunto saliera, descansaría en paz y en convivencia con sus deidades. Aunque expertos afirman que es una forma de destinar las tierras exclusivamente al cultivo, alejar los cuerpos de los animales carroñeros y posibles aludes.

Sin duda alguna, es una atracción, insólita y llena de simbolismos. Y más específicamente, de los dogmas que se tienen en la cultura asiática. 

Lugares más siniestros del mundo: Isla de las muñecas

Perturbadora es la historia que atañe a esta isla. Ubicada en la zona de Xochimilco, a tan solo 20 kilómetros al sur de la Ciudad de México. A pesar de que el lugar es uno de los más coloridos y alegres del país, oculta un espacio que dejará tus pelos de punta.

La leyenda cuenta, que una niña muere ahogada en uno de los canales de la zona. Y su fantasma comienza a molestar a Julián, hombre que vivía solo en el islote. Se le reflejaba en sueños, escuchaba sus gritos y llantos en los alrededores. A raíz de ello, decidió proteger su casa con muñecas de todos los tipos y tamaños, que funcionan como guardianas.

Esta acción, decía él, solo provocó que fueran apareciendo otras. Las cuales, físicamente, estaban tan deterioradas que daban miedo. Algunas les faltaban extremidades, tenían las cuencas de los ojos vacíos, estaban sucias o podridas. Así pasó de unas pocas a más de 1500. 

Muchos consideran que esta historia no fue más que un imaginario ideado por el pobre hombre. Pero falsa o no, el viejo murió de un infarto, en unos de los canales de la zona. Flotando sobre las aguas, como si compartiera el mismo destino de la niña.

Desde ese momento, el lugar se quedaría con el nombre de la “Isla de las muñecas”. Se dice que cada noche, esos juguetes, eran poseídos por el espíritu de la pequeña y acompañaban a Julián en sus últimos días.

Lugares más siniestros del mundo
Lugares más siniestros del mundo

Entre los siglos XVI y XIX, los centros religiosos de toda Europa hicieron eco de una tradición, aún más antigua, los osarios decorados. En Évora, ciudad bella e histórica, perteneciente a Portugal. Tal estilo dejó su conmoción a un lado, descrito por los años como uno de los lugares más siniestros del mundo. 

La Capilla de los Huesos, edificada por franciscanos. Es una mezcla de elegancia macabra, y refugio para el descanso eterno de cientos de cadáveres. Magníficas exposiciones colectivas de huesos humanos, se encuentran expuestos en total desnudez, y en distintas formas, por todas las paredes. 

No fue una pérdida de juicio lo que llevó a ejecutar esta extraordinaria e inusual decoración. Sino la pregunta de ¿qué hacer? con los restos de alrededor de cinco mil personas muertas, por la espantosa enfermedad peste negra, entre otras causas. 

Una estatua de un Cristo, ubicada en el altar, cuida a miles de almas. A este se le conoce como el “Senhor dos Passos” o “Senhor Jesus da Casa dos Ossos”, pues camina con una cruz sobre su espalda rumbo al calvario. 

Obsesión desconocida. Castillo Moosham

¿No te dan miedo los fantasmas? Pues perfecto, te recomiendo visitar entonces, el Castillo Moonsham, en Unterberg, Austria. Escenario de juicios y ejecuciones a supuestas brujas, hechiceros y hasta hombres lobos durante los siglos XVI y XVIII. 

Esta fortaleza de piedra, fue construida por los príncipes arzobispos de Salzburgo. De generación en generación, se ha difundido menuda anécdota, convirtiendo el lugar en algo totalmente siniestro ¿Será verdad que las pobres almas desgraciadas vagan entre esos muros?

Actualmente, el castillo aloja una colección de arte y muebles antiguos, que fueran propiedad del conde Nepomuk Wilzek. Además de una gran e histórica colección de coches. Colocados en los enormes salones de pisos inferiores, que alguna vez albergaron el cobro del diezmo en la región. 

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