5 rasgos de la personalidad que predisponen a la demencia en la vejez

Según algunas investigaciones, las personas que suelen ser más organizadas en su día a día y que tienen disciplina, están menos expuestas a padecer demencia en la vejez. En cambio, las que a menudo experimentan cambios de humor, inestabilidad emocional y descuidan su cuerpo, son más propensas al deterioro mental.

Si quieres conocer un poco más sobre este tema y de los rasgos de la personalidad que pueden provocar estas enfermedades, continúa leyendo y no te lo pierdas.

¿Qué demencia en la vejez?

Antes de que hablemos de rasgos y de factores condicionales de la misma, debes conocer que es en esencia la demencia en la vejez y las diferencias con el Alzheimer. Analizando este concepto te digo, que es la pérdida irremediable de las facultades cognitivas en una edad avanzada.

También se le conoce como demencia senil, aludiendo al hecho de que esta solo se manifiesta en pacientes de la tercera edad. Sin embargo, en el caso del Alzheimer, no existen límites de edad para que se desarrolle la enfermedad. Puede detectarse en la etapa adulta a partir de los 40 años.

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Rasgos de la personalidad que pueden provocar demencia a largo plazo

Existen ciertos rasgos de la personalidad o prácticas incorrectas que a largo plazo pudieran desencadenar en una demencia. Es importante que los conozcas para poder cambiar tus malos hábitos gradualmente y evites padecerla.

1. El estrés

Según los estudios que se han realizado desde 1997 hasta el presente, se demuestra que las personas con alto grado de estrés, son más propensas a desarrollar demencia cuando son adultos. No todos los seres humanos saben lidiar adecuadamente con las situaciones de gran presión y las preocupaciones.

Además, algunos se sumergen tanto en las problemáticas de la vida que sin saberlo caen en el estrés, la ansiedad y la negatividad siendo su cuerpo el que paga por ello.

2. El desorden emocional y en la rutina diaria

Un rasgo de la personalidad que provoca enfermedades cognitivas en la vejez es el desorden emocional y en la rutina del individuo. Es muy saludable establecer horarios en nuestra agenda para realizar actividades importantes y vitales como: comer, dormir o practicar ejercicios. 

De esta forma fomentas la disciplina y tu propio cuerpo te obedecerá. Además, emocionalmente es necesario tener estabilidad. ¡Aléjate de las relaciones tóxicas ya sea de pareja o de amistades!

3. El neuroticismo

Las personas que padecen de neuroticismo son aquellas que todo el tiempo están sensibles e irritables por cualquier estímulo. Además, son apáticos, poco amables y no se interesan por su estado ni por el de su prójimo. Estas actitudes tan negativas pueden hacer que experimentes demencia en la vejez.

4. La introversión

Por lo general, las personas que son calladas e introvertidas son más propensas a padecer deterioro cognitivo. Se han desarrollado estudios y encuestas sobre la demencia en la vejez y sus posibles causas. En ellos se determinó que mientras más vínculos con la sociedad tenga un individuo, mejor será el estado de su cerebro a largo plazo.

Un ejemplo claro son las relaciones interpersonales ya sea de tipo sentimental o laboral. Tener alguien con quien hables, pasar un buen rato juntos, aunque no lo creas, es muy saludable para tu desarrollo emocional.

5. Poco empleo del razonamiento lógico 

Existen personas que en su rutina diaria evitan pensar demasiado y simplemente siguen sus costumbres. Un ejemplo bien claro es llamar a los objetos por ‘’esto’’ o ‘’aquello’’ sin siquiera hacer que tu mente trabaje un poco. Por así decirlo, son vagos intelectuales y esto puede traer consecuencias negativas a largo o mediano plazo.

Si quieres mantener tu cerebro en un estado óptimo evitando padecer enfermedades como el Alzheimer o demencia en la vejez, entrena tu mente como otro músculo más de tu cuerpo. Para ello puedes practicar juegos de mesa, sudokus, sopa de palabras, decir trabalenguas, crucigramas, etc.

Síntomas de la demencia senil

Es bueno que conozcas los síntomas de la demencia senil o al menos los más comunes, para que sepas detectarla a tiempo y saber como lidiar con los pacientes. Algunos de ellos son:

Pérdida de la memoria 

La desmemoria en los ancianos es un proceso gradual que al principio comienza con flashazos y posteriormente de forma definitiva. El individuo suele olvidar sucesos importantes y le cuesta volver a recordarlos. Con el tiempo fijan con más dificultad la información y una y otra vez repiten las mismas preguntas o frases.

Problemas para hablar 

A los pacientes con demencia senil se les dificulta mucho el habla, sobre todo a la hora de encontrar las palabras que desean utilizar. Esto les impide comunicarse de manera coherente con sus familiares y se acrecienta con el tiempo. Es importante que en esta dura etapa no los trates como inferiores y les ayudes a ejercitar la mente.

Confusión y desconcierto 

Otro de los síntomas más comunes de la demencia senil es la confusión. Por ejemplo, experimentan desorientación mientras conducen un automóvil, perderse en el parque, no encontrar objetos que ellos mismos han guardado, entre otros. 

En esta etapa, ellos mismos son conscientes por momentos del cambio que están experimentado y sienten inseguridad en sí mismos. Si tienes un familiar que está atravesando por una situación de estas, hazles sentir seguridad y trata de que el ambiente en que viven sea tranquilo.

Alucinaciones y paranoia

Los pacientes que padecen de demencia no saben distinguir la realidad de la ficción. Es por esto que cuando ven escenas de violencia en una película prolongadamente, piensan que eso está pasando de verdad. Para evitar que sientan miedo o paranoia, debes tratarlos con cariño y hablarle al oído para transmitirles paz.

Pérdida de las funciones motoras

Otro de los síntomas de la demencia senil es la pérdida de las funciones motoras. Este proceso es gradual, aunque está en dependencia del paciente. Con el paso del tiempo le es más difícil a la persona realizar tareas simples, aunque no es bueno que los ancianos dejen de lado su rutina diaria; es mucho peor para su condición.