¿Qué problemas trae al organismo comerse las uñas?

Muchos piensan que comerse las uñas es algo irrelevante pero la verdad es otra. ¿Sabes cuán dañino puede volverse este hábito? ¿Por qué es tan difícil dejar de hacerlo? 

El estrés y la tensión mantenida forman parte de la vida moderna. Para sobreponerte a estas condiciones puede que hayas creado mecanismos adaptativos, no siempre correctos. Lograr dejar atrás algo que daña tu salud requiere esfuerzo, pero vale la pena. 

¿Te animas? Hoy puedes dar el primer paso. En este post te comentaré todo lo que necesitas saber.

Comerse las uñas recibe el nombre científico de onicofagia. Es un hábito compulsivo que comienza en la infancia. Por lo general, los padres no prestan mucha atención o le restan importancia a esta conducta. Es por eso que, muchas veces, el trastorno persiste hasta la adultez.

Según la literatura médica especializada, cerca del 30% de la población de todas las edades se comen las uñas. Este desorden tiene impacto negativo en la calidad de vida de las personas afectadas. La compulsión disminuye a partir de los 18 años, pero en algunos casos perdura y se hace crónica. 

Cabe preguntarse entonces, ¿es o no una enfermedad? Los especialistas: dermatólogos, estomatólogos y psiquiatras, han estudiado bastante el tema. No obstante, la posición de la onicofagia dentro de la clasificación de trastornos psiquiátricos no es clara. Aún existen ambigüedades en materia científica.

 Los expertos la consideran un tipo de obsesión-compulsión, sin embargo, sus causas exactas permanecen sin esclarecer. En Dermatología se incluyen dentro de las enfermedades de las uñas causadas por lesiones repetidas.

Lo cierto es que, la onicofagia se considera una patología sólo en algunas personas. Actualmente se desconoce hasta qué punto exacto es un comportamiento anormal o no. Se sabe que los hijos de personas que lo sufrieron son más propensos a esa conducta. Lo anterior hace pensar que exista una base genética para la alteración. Para los versados, más que una enfermedad, es un trastorno.

 A continuación, te comparto algunas de las causas más comunes.

• Imitación

Ocurre con mayor frecuencia durante la infancia.

• Conflictos familiares e interpersonales

El divorcio se destaca como el principal de estos problemas.

• Duelo

Se refiere a la pérdida de familiares o amigos cercanos. Es un factor importante en la generación de ansiedad.

• Estrés

Muchas personas se muerden las uñas ante situaciones que provocan tensión como un examen, una reunión de trabajo etc.

• Ansiedad

• Baja autoestima o timidez

La rabia, la frustración, el perfeccionismo y el alto nivel de exigencia propician el trastorno.

• Miedo

El temor puede convertirse en un factor generador de la puesta en marcha de esta conducta.

• Trastornos psiquiátricos 

• Déficit de atención e hiperactividad
• Ansiedad por separación
• Enuresis
• Tics
• Depresión mayor
• Desorden obsesivo-compulsivo
• Retardo mental

Como ya te había comentado, casi siempre la onicofagia, es un trastorno presente en personas normales. Un mecanismo que usan algunos individuos para aliviar la ansiedad, el estrés o el miedo. Solamente en algunos casos, es un síntoma de enfermedad psíquica. 

Comerse las uñas se convierte en una señal de enfermedad cuando se acompaña de otras alteraciones del comportamiento. Actitudes raras que cualquiera reconocería sin necesidad de ser experto. 

¿Qué hacer ante una situación de este tipo? En un caso como ese, lo correcto es buscar ayuda médica especializada. Conseguir cita con un psiquiatra es lo más adecuado. Este especialista certificará si la onicofagia es causada o no por una enfermedad.

Aquí te menciono algunas de las consecuencias más relevantes sobre este perjudicial hábito.

Daños a las uñas

• Infecciones

La piel es una barrera protectora contra microorganismos de todo tipo. Al romperla con los dientes, se facilita la entrada de gérmenes al organismo y como resultado, las infecciones.

• Dolor, escozor y crecimiento anormal.

Afectación de la cavidad bucal

• Desgaste de los dientes

El continuo mordisqueo produce erosión del esmalte y de los incisivos. En casos extremos puede llegar a la fractura y astillado de la pieza dental. 

• Aparición de caries

Propiciado por los daños en el esmalte de los dientes.

• Dolor en la mandíbula

La articulación temporomandibular es la encargada de que podamos abrir y cerrar la boca. Al estar en acción continua por este trastorno, puede llegar a lesionarse.

• Halitosis

Se refiere al aliento desagradable en la cavidad bucal debido a proliferación de bacterias. Llevarse las manos a la boca continuamente es una vía de introducir gérmenes en la cavidad oral.

Infecciones respiratorias

• Las personas con onicofagia tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades respiratorias. La mucosa oral es una vía de entrada para muchos gérmenes.

Alteraciones estéticas

• La cronicidad de esta mala conducta produce deformidad de los dedos y riesgo de perder las uñas. También se puede producir inflamación crónica de los dedos. 

Por lo general, son estas alteraciones las que determinan que algunas personas se sobrepongan o busquen tratamiento. Las huellas del mordisqueo continuo son muy visibles y generan dificultades en las relaciones interpersonales.

1. Concientizar el problema

Es importante que detectes las situaciones que te generan estrés y activan el hábito de morderte. Es recomendable mantener las manos ocupadas el mayor tiempo posible. Por ejemplo, puedes realizar manualidades, practicar deportes, hacer yoga, escribir, hacer algo que te agrade.

2. Mascar chicle

3. Realizar terapias de autocontrol

Acerca los dedos a tu boca y aléjalos. Repite varias veces, cada vez con menor distancia entre ellos. Practica el ejercicio varias veces al día.

4. Usa uñas postizas

De esta manera evitarás dañar las tuyas.

5. Usar guantes

Es una buena idea, especialmente si vives en climas fríos.

Si a pesar de esforzarte, no avanzas lo suficiente para librarte del hábito, no dudes en buscar ayuda especializada. Una terapia psicológica adecuada puede ser la clave del éxito.