¿Puede ser una persona intolerante a las frutas?

Conocer qué es este compuesto y por qué produce alergias, es importante si tienes problemas para digerir las frutas. Aunque parezca raro, existen una gran cantidad de personas con esta intolerancia. No obstante, muchas no saben qué es en realidad la fructosa.

Fructosa: un hidrato de carbono simple, que se presenta de manera natural en alimentos como las frutas, verduras y miel. En los últimos años con el aumento de productos procesados se ha incrementado el consumo de este compuesto. Aunque es un azúcar, su ingesta por frutas frescas se considera saludable. Si la consumimos en mermeladas, zumos o repostería, entonces si debemos disminuir las cantidades.

Lo antes expuesto es para personas sin problemas de intolerancia, pero en caso de existir esta, es necesario conocerla.

Intolerancia a la fructosa: Consiste en una alergia alimentaria producto a un déficit enzimático. Esto provoca síntomas que se asocian al consumo de frutas y su mala asimilación. Las personas con este padecer poseen dificultad para absorber la fructosa en el intestino delgado. Por otra parte, padecen de muchas dolencias estomacales, diarreas y malestar abdominal. Pero, vale hacer la pregunta: ¿cómo saber si tengo intolerancia a las frutas?

En realidad, no existe una única intolerancia a las frutas, sino que son alteraciones en el metabolismo. ¿Cómo saber si soy alérgico a este nutriente? Aunque los síntomas dependen en gran medida de las cantidades ingeridas y del nivel de tolerancia de cada persona. Los más comunes son:

Molestias digestivas: Aquí se incluyen todas las flatulencias, hinchazón abdominal y las molestas diarreas. Puede ocasionar también ligeros calambres y constantes revolturas.

Disminución de las defensas: Puede afectar el sistema inmunológico, actuando sobre la flora intestinal. Por otra parte, no se asimilan los nutrientes como el ácido fólico y el zinc, de ahí a que se posea una inmunidad pobre.

Cambios anímicos: Produce cansancio, depresión e irritabilidad. Varias pruebas han demostrado que el intestino irritado por fructosa no es capaz de asimilar el triptófano. Esto ocasiona que el organismo no sintetice la serotonina y se produzca inapetencia por los dulces.

Vale destacar que lo más común en las personas son problemas para digerirla, pero estas no suelen ser intolerantes. La alergia a la fructosa puede ser hereditaria causada por la ausencia de una enzima en el hígado. Por lo que se hace necesario el uso de pruebas para detectarla.

La prueba que actualmente se utiliza es el test de hidrógeno espirado. Esta consiste en administrar al paciente una solución con fructosa. Luego recoger una muestra de aire a través de un aparato, que posee un sensor de hidrógeno. Además, se analizan los síntomas del doliente como las ingestas previas y los tiempos de espera. 

Por otra parte, también se suele comprobar con las tradicionales pruebas de ensayo. Es un poco más sencilla que la anterior y consiste en tomar pequeñas cantidades de alimentos con fructosa. Luego valorar los síntomas, para el otro mes repetir con más cantidad del componente y evaluar el grado de tolerancia. Así se sabrá qué tal es tu intolerancia a las frutas. 

La fructosa está presente en varios tipos de alimentos, pero lo peor es que son deliciosos y favoritos de muchos. Por esto, eliminar o disminuir su consumo no es tarea fácil, pues la encuentras en frutas, verduras y todo tipo de dulces procesados.

Las frutas en su estado natural contienen menos fructosa que las procesadas. Algunas como la papaya, el albaricoque y el coco contienen 1 g por 100 g de alimento. Otras como la ciruela, naranja, piña, fresa y melón poseen entre 1 y 3 g. Mientras que el mango, la guayaba y el plátano entre 3 y 5 g. Por último, con más de 5 g la manzana, dátiles, cereza, pera y uva.

Las verduras y legumbres son las que menos fructosa contienen, entre 1 y 3 g. Aquí se encuentran la berenjena, calabaza, judía verde, col, tomate y zanahoria. Otros alimentos con un nivel bajo son los cereales, las pastas, huevos y pescado. Los productos procesados son los que más contenido de fructosa poseen. Dentro de estos están las jaleas, mermeladas, bebidas azucaradas, chocolates y membrillos.

Si bien ya conoces en qué consiste la intolerancia a las frutas, lo más importante es que tengas en cuenta algunos consejos para enfrentarla.

Es necesario consumir no más de 35 g de fructosa al día. Para ello elimina un poco los refrescos, las leches con azúcar y los alimentos light. Prioriza hábitos como endulzar con sirope de yacón, consumir frutas naturales y frutos secos. Mezcla las verduras con zumos de frutas sin azúcar, aumentará la proporción de fibra. Come frutas en pequeñas cantidades y aisladas una de otras.

Las alergias a las frutas pueden causar grandes malestares. Tratarlas requiere de cuidadosos estudios. Recuerda que no es dejar de consumir fructosa, sino disminuirla. Con la ayuda de un experto crea la mejor dieta para ti y tu salud te lo agradecerá.