¿Es saludable comer cítricos en ayunas?

Frutas ácidas como el pomelo o la naranja son muy saludables. Tienen vitaminas en abundancia y sustancias que ayudan en muchas funciones básicas del cuerpo humano. Además, y no por decirlo de último es menos importante, son deliciosas.

Por todo ello, es normal que formen parte importante de tu dieta. A muchos les gustaría comerlas a toda hora. Pero, ¿es recomendable? 

Comer cítricos en ayunas puede provocar varios efectos que quizás no te esperarías. ¿Son todos malos? No, pero sí una buena parte. Si quieres saber más al respecto, continúa la lectura.

Llegaste hasta aquí cuestionando esto y en seguida tendrás la respuesta: preferiblemente no.

¿Por qué? Comer cítricos en ayunas puede provocar ciertos daños en tu estómago. Esto sucede, principalmente, producto de su alto contenido ácido.

No quiere decir que te vayan a destruir por comerlos un día, pero si es algo habitual, pudieran provocar:

• Acidez.
• Gastritis.
• Úlceras estomacales.

Además, existen personas que de por sí padecen de debilidad digestiva. Sobre todo, por problemas en la vesícula, el hígado o por tener cálculos biliares. A estos, comer cítricos en ayunas les puede provocar:

• Náuseas
• Gases
• Pesadez estomacal
• Dolor en el lado derecho del abdomen
• Cólicos
• Dolores de cabeza.

Comer cítricos en ayunas no es siempre dañino. De hecho, hay remedios muy útiles que consisten en ello.

Por ejemplo, tomar agua tibia con limón es bueno para dar movilidad a los intestinos e ir al baño. También beber zumo de naranja ayuda a combatir el estreñimiento. Ambos, por supuesto, ingiriéndolos con el estómago vacío.

El secreto está en no convertirlo en una rutina de toda la vida. De lo contrario, sí te terminará afectando. Además, si ya tienes problemas digestivos como los antes mencionados, es preferible que lo evites.

Si padeces ciertos problemas de salud, debes tener un consumo controlado de frutas ácidas.

Por supuesto, comer cítricos en ayunas no es recomendable para ti en caso de sufrir alguno de ellos.

¿De qué padecimientos se habla? Algunos de los más comunes son:

1. Reflujo gastroesofágico. 
2. Úlceras en el estómago.
3. Úlceras en la boca.

Además, en el caso específico del pomelo, no debes consumirlo si tomas habitualmente ciertos medicamentos. Esta fruta bloquea algunas enzimas y reduce hasta al 50 % la eficacia de las medicinas. Ten especial cuidado si consumes como parte de tu tratamiento diario:

1. Estatinas: para el colesterol.
2. Antihistamínicos: en el caso de los alérgicos. 
3. Miconazole: contra hongos. 
4. Antihipertensivos: te ayudan a regular tu presión arterial.
5. Benzodiazepinas: se emplean para combatir la ansiedad y el insomnio.
6. Amitriptilina: recetada para jaquecas, tensión, insomnio y otros males.
7. Tamoxifeno: para personas con cáncer de mama.

Como ya sabes, comer cítricos en ayunas no es algo recomendado para todos los días. Sin embargo, sí puedes tomarlos en el desayuno, luego de ya haber comido otras cosas.

Si lo haces así, ten en cuenta que tampoco se combinan bien con cualquier alimento. En algunos casos, te puedes estar haciendo más mal que bien.

Por ejemplo, no debes mezclar cítricos con frutas dulces. Entre estas se deben destacar el plátano, la papaya, el albaricoque, los higos y la chirimoya. 

Tampoco los consumas junto con ningún hidrato de carbono, fécula o almidón. ¿A qué se refieren estos términos? A alimentos como el pan, los cereales, las legumbres y las patatas.

Ahora, ¿por qué no es bueno ligarlos? Al combinar estas comidas con cítricos, nuestro cuerpo no digiere bien los abundantes almidones que contienen. Como resultado, la digestión queda incompleta y se producen fermentaciones no usuales en el duodeno. En otras palabras: es una bomba estomacal.

Hasta ahora, hemos hablado de tantos efectos malos de estas frutas que puedes estar reacio a comerlas. ¡Tranquilidad! No hay que ir tan lejos. Nos aportan muchas cosas buenas.

Por ejemplo, son fuente natural de vitaminas C, A, B1 y B2. También de fibra y de minerales como el azufre, el cocer y el potasio.

Ingeridos en los momentos y las combinaciones correctas, los cítricos ayudan a proteger el sistema digestivo. Sus ácidos ayudan a la disolución de otros alimentos, por lo cual mejoran la digestión.

También ayudan a bajar los niveles de colesterol, de ácido úrico, y regulan el nivel de azúcar en la sangre.