¿Cuántos tipos de lágrimas hay?

Si escuchas la palabra lágrimas, seguramente la asocias al llanto. Lo cual resulta lógico, llorar es la manera más común de provocarlas. Por eso muchas personas reconocen las lágrimas como consecuencia de esa acción solamente. Pero aunque no se habla frecuentemente del tema, la realidad es muy distinta. 

Existen varias causas por las cuales se expulsan lágrimas, y muy diferentes además. El cuerpo humano produce el lagrimeo cuando llora, ríe, se emociona y hasta cuando corta la cebolla. Te has preguntado alguna vez  qué son esas gotas y por qué se producen en tan diversas circunstancias.

Lagrimación, un proceso corporal

La lagrimación es un proceso natural efectuado por la glándula lagrimal para limpiar y lubricar los ojos, manteniendo así su cuidado. Las lágrimas protegen la córnea. 

La película lagrimal es una tela situada ante la superficie del ojo. A su vez, tres capas componen esta tela: La primera es una capa interna formada por mucina y recibe el nombre de mucosa. La segunda se denomina acuosa porque está integrada por agua, y la tercera, es una capa externa completamente grasosa, llamada lipídica. 

La capa mucosa se forma por la secreción de las glándulas conjuntivas. El grado de adhesión de la mucina determina el tiempo de conservación de la lágrima en la superficie ocular. Esta capa logra también una superficie corneal lisa y sin irregularidades.

La composición acuosa es producto de la secreción de las glándulas principales. Esta es la capa media y su función es administrar el oxígeno suficiente para el correcto funcionamiento del metabolismo corneal. 

¿Has probado tus lágrimas alguna vez? Si lo has hecho, seguramente percibiste un sabor salado en ellas. Se debe a la sal encontrada en la parte acuosa.

El ochenta y cinco por ciento de una lágrima es agua. Mientras el otro quince por ciento se divide en glucosa, sodio, potasio y proteínas. Entre estas últimas se hallan la albúmina, la globulina y la lisozima.

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Tipos de lágrimas

En la vida de las personas se presentan situaciones diferentes que les producen distintos tipos de lágrimas. La composición química y la estructura molecular de estas cambian según el motivo que las produzcan. Continúa leyendo y conocerás los tipos de lágrimas y las características de cada uno de ellas.

Lágrimas basales

Estas están de forma permanente. Representan una barrera protectora para nuestros ojos y los mantiene húmedos. Es el tipo de lágrima de composición química natural. 

Lágrimas emocionales

Las lágrimas emocionales, también llamadas lágrimas psíquicas, son aquellas provocadas por cualquier emoción fuerte. Ejemplo de estas conmociones puede ser cuando recibes una noticia muy mala provocando tristeza y dolor, o cuando ves a una persona muy querida y te llena de alegría. 

Ellas están reguladas por el sistema nervioso parasimpático. En este tipo de lágrimas predominan las hormonas, como la prolactina y la adrenocorticotropina, junto a las proteínas. Estas últimas eliminan  los efectos químicos desfavorables generados por la emoción. 

Lágrimas reflejas

Las lágrimas reflejas, o protectoras, como también se les llama, tienen la misión de escudar la vista. Cuando te penetra una basurita en el ojo, o cuando cortas la cebolla y te llega el ácido fuerte, se producen este tipo de lágrimas para eliminar, con propiedades curativas, dichas sustancias irritantes. 

Están compuestas principalmente de agua, sin embargo, contienen otras proteínas como la lactoferrina, mucina, lipocalina y lisozima. Además, incluye una concentración de sales muy semejante a la encontrada en el plasma sanguíneo.

Secreción lagrimal 

No todas las personas tienen la misma secreción lagrimal. Pues esta cambia en el cuerpo humano en dependencia de sus características. El factor más importante en esta variabilidad es la edad. A medida que las personas envejecen, el organismo va produciendo menor cantidad de lágrimas.

En las primeras veinticuatro horas de haber nacido ya se produce secreción lagrimal. A partir de los veinticinco años inicia la disminución de la producción lagrimal en la persona. 

A los cincuenta, comienza una brecha entre la producción de lágrimas y las necesidades del organismo. Y después de los setenta y cinco años la mayoría de las personas empiezan a padecer de ojo seco etario. 

El ser hombre o mujer también influye. Los especialistas consideran a la producción lagrimal como un factor mayor en personas masculinas que en femeninas. 

Cuando la secreción lagrimal no corresponde con estos parámetros anteriores, es señal de algún problema y esto puede traer consecuencias. Si ocurre un déficit en tu secreción lagrimal no lo debes ver como algo normal. 

Problemas con la lagrimación

Cuando las glándulas lagrimales comienzan a producir, estas hacen siempre el mismo recorrido. Se deslizan hasta el ángulo interno del ojo y siguen por el conducto lagrimal con destino a la nariz. Si aumenta su producción, evidentemente crece el drenaje nasal, y se ocasiona mayor salida de líquido por la nariz. 

Cuando la lágrima no logra terminar dicho recorrido y en cambio, se desborda por encima de los párpados, es síntoma de una patología ocular llamada obstrucción mecánica de las vías lagrimales, la misma provoca un lagrimeo frecuente y molesto.

Asimismo, cuando se produce el efecto contrario, es decir, si la glándula lagrimal lo que hace es disminuir notablemente las lágrimas hay problemas. En este caso, la afectación es conocida como la enfermedad del ojo seco y los médicos la enlazan a enfermedades reumáticas. 

Este padecimiento causa molestia en el ojo causada por la impresión de una sustancia externa, visión borrosa y sequía.

Ante cualquiera de los síntomas anteriores es necesario asistir al oftalmólogo urgente. Los problemas de la vista es mejor atenderlos con tiempo, cualquier incomodidad, por chiquita que sea, puede desencadenar luego en una gran complicación. 

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