El arte y el mundo digital, el año de la realidad virtual

La tecnología ya ha cambiado por completo muchos ámbitos de la vida humana, y no se detiene. A esto, actualmente, se suma la maleabilidad que siempre ha caracterizado al sector artístico, siempre con vanguardias emergentes. El resultado es una liga cada vez más perfeccionada entre el arte y el mundo digital.

La relación entre ambos no es exactamente nueva. Desde hace años se hace arte digital. La manipulación fotográfica es un ejemplo de ello, pero también se hacen imágenes o hasta música partiendo de cero. Sin embargo, últimamente se ha dado otro paso hacia el futuro.

El arte y el mundo digital comienzan a confluir en un sector cada vez más desarrollado: la realidad virtual. 

¿Te imaginas no solo ver un cuadro, sino adentrarte en todo un mundo creado por un artista?

Definitivamente, es una forma de comunicación revolucionaria para las artes. Y no solo es posible, sino que ya se está haciendo.

Obras de arte inmersivas

Con la popularidad de los dispositivos de realidad virtual, realidad aumentada, etcétera, algunos artistas han encontrado nuevos medios comunicativos. Cada vez más de ellos incursionan en la práctica de las obras de arte inmersivas. Sin dudas, un nuevo eslabón evolutivo para el arte y el mundo digital.

¿Qué es una obra de arte inmersiva? Es, como ya leíste más arriba, una obra que te adentra en todo un mundo digital creado por el autor. 

Este nuevo arte juega con los mecanismos cerebrales de percepción y con los estados de conciencia alterada. Trata de eliminar completamente tu apreciación del espacio físico para que quedes inmerso en el universo digital artístico.

Algunos ejemplos de obras de arte inmersivas que ya se han llevado a cabo son las siguientes:

Quizás te interese: El mundo del modelaje: cosas que no sabías

Olas negras

Esta obra fue presentada en 2016 por el colectivo teamLab. Está inspirada en la tradición pictórica japonesa. La forma de sus olas recuerda antiguas obras de arte del país nipón como La gran ola de Kanagawa. Esta fue pintada en 1830 por el autor Katsushika Hokusai.

Olas Negras, aunque no es realidad virtual de por sí, enlaza el arte y el mundo digital. Crea un ambiente de inmersión. Para lograrlo, emplea más de treinta proyecciones distintas, piso reflectante y sonido ambiente. 

Se desarrolla como una especie de laberinto sensorial. En él, una inmensa ola en 3D se proyecta incesantemente a través de la sala. 

Deidades mexicanas

Muchos de los que unen el arte y el mundo digital optan por la realidad virtual para desarrollar sus obras. Tal es el caso de Deidades Mexicanas. Su autor es Arnold Abadie, de México.

La obra te adentra en un universo repleto de psicodelia, en Kauyumari, El Venado Azul. Ahí, un dios huichol dirige la peregrinación de su pueblo a través del desierto. Su objetivo es hacerlos conocer el funcionamiento de las energías y el equilibrio planetario.

También, tiene un mensaje ambientalista. Alerta sobre el peligro de perder el sagrado paisaje de Wirikuta, al norte del país mexicano. Imagina poder vivir todo eso como si fuera la realidad. 

Paisajes de palabras

Esta obra, en inglés, se llama Chalkroom. Pertenece a Laurie Anderson, una artista contemporánea súper influyente, y al taiwanés Hsin-Chien Huang. También está hecha con pura realidad virtual.

En su universo particular, el público vuela entre una estructura gigante construida con palabras, historias y algunos dibujos. Es una obra muy onírica que hará expandirse a tu conciencia.

Mientras realizas el viaje, te asalta la voz de la autora como una especie de voz interna. Es casi como si fuera tu propia conciencia. Te hace reflexionar y crea verdaderos paisajes con palabras, de forma auditiva y visual. Es un resultado muy bueno de la mezcla entre el arte y el mundo digital.

Reinos sin fronteras

Infinity Room es el nombre en inglés de esta obra. Su autor es Refik Anadol, un artista de Turquía. La instalación se define como un experimento de inmersión temporal.

Como espectador, quedas en el centro de un espacio cúbico. Sobre cada una de las paredes se suceden proyecciones. Mientras, el techo y el suelo son espejos.

Busca borrar, en tu mente, el límite entre el mundo real y el virtual en el que estás adentrado. Altera la conciencia espacial del público. Las proyecciones te hacen sentirte en un lugar nuevo, que contrasta con el espacio físico que estás tocando. Todo es una auténtica locura entre el arte y el mundo digital.

Temas interesantes:

– Ciudades más caras del mundo. Descúbre cuáles son y por qué

– ¿Cómo averiguar todo lo que Google sabe de ti?