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El miedo a volar puede ser superado… Mira por qué

Probablemente hayas escuchado alguna vez decir que viajar en avión es incluso más seguro que viajar en carro. Y quizás te parezca raro, pero la afirmación anterior es completamente cierta. De hecho, el miedo a volar es uno de los miedos más infundidos y carentes de basamento que existen en el ámbito de la tecnología moderna. ¿Por qué? Aquí lo descubrirás:

Probablemente hayas escuchado alguna vez decir que viajar en avión es incluso más seguro que viajar en carro. Y quizás te parezca raro, pero la afirmación anterior es completamente cierta. De hecho, el miedo a volar es uno de los miedos más infundidos y carentes de basamento que existen en el ámbito de la tecnología moderna. ¿Por qué? Aquí lo descubrirás:

Está comprobado que el transporte aéreo es la forma más segura viajar

Con el paso del tiempo, viajar en avión se ha convertido en uno de los métodos más seguros que existen para trasladarse a grandes distancias. Esto es algo que se refleja claramente en las estadísticas. Por ejemplo, según David Ropeik, instructor de comunicación de riesgos de la Universidad de Harvard, las probabilidades de que una persona muera en un accidente automovilístico son aproximadamente de una entre cinco mil. Sin embargo, las probabilidades de perder la vida en un accidente aéreo son de una entre 11 millones. Para tener esto un poco más claro, piensa que las probabilidades de que te alcance un rayo son de una entre trece mil.

Uno de los factores que hace que el miedo a volar sea tan común es la desmedida atención que prestan los medios de comunicación a los accidentes aéreos fatales. Desde luego que ocurren, pero no tanto como a veces pensamos. Entre 1982 y 2010, un periodo de 28 años, solamente 3.288 personas murieron en los Estados Unidos por causas vinculadas a los aviones. Y esas cifras abarcan a los aviones privados y otros incidentes que no tienen que ver con choques aéreos.

Hace algunas décadas sí era relativamente peligroso. En este sentido, el portavoz de Boeing, Julie O’Donnell, afirma que entre los años 50 y 60 por cada 200.000 vuelos se producía un accidente fatal. Actualmente este tipo de tragedias ocurre una vez cada dos millones de despegues.

Los accidentes aéreos no siempre tienen consecuencias funestas

El miedo a volar generalmente supone que todos los accidentes aéreos son fatales: nada más lejos de la verdad. Diariamente muchos aviones se ven obligados a perder altitud, se desvían de la pista e incluso atraviesan turbulencias extremas sin sufrir ningún tipo de afectaciones graves. Para más, el avión en que viajas puede sufrir un accidente y tú sobrevivir en la mayoría de escenarios posibles. De hecho, según estudios realizados en accidentes aéreos previos, algunas instituciones estiman las posibilidades de sobrevivir en estos incidentes de un 95%.

Las pruebas de seguridad de los aviones comerciales son extremadamente rigurosas

Lo más seguro es que nunca hayas visto las rigurosas pruebas de seguridad por las que tiene que pasar un avión antes de venderse a cualquier aerolínea. Pero si haces una búsqueda en Google definitivamente te sentirás más seguro. Aquí te muestro algunas de las pruebas más comunes:

Pruebas de flexibilidad del ala

Estas pruebas consisten en doblar las alas del avión en diferentes direcciones para determinar su punto de ruptura. Más tarde, los fabricantes se aseguran de que este punto requiera mucha más fuerza de la que cualquier avión ha experimentado en un vuelo real. Las alas están diseñadas para que tengan cierto grado de flexibilidad, por lo que difícilmente se rompen en condiciones normales.

Pruebas de ingestión

En realidad, estas pruebas se pueden agrupar en dos subgrupos. El primero es para predecir si los motores son capaces de resistir los usuales choques con pájaros que se producen en muchas ocasiones. Para ello, se lanzan pollos muertos a los motores funcionando y después se analizan los daños ocasionados.

El segundo subgrupo es la prueba de ingesta de agua. En esta prueba el avión debe aterrizar en una pista cubierta de agua que simula fuertes lluvias. El objetivo es asegurarse de que no entre mucha agua en los motores.

Pruebas de temperatura y altitud

En estas pruebas se fuerza a los aviones a operar en las condiciones climáticas más adversas posibles que puedan darse sobre la Tierra. El factor fundamental aquí es la temperatura, dado que puede influir mucho en el funcionamiento de los motores.

Otras pruebas

También se determina la velocidad mínima que el avión necesita para despegar. Además, se simulan un sinfín de situaciones de emergencias, como impactos de rayos y escasez de combustible. Pero estas no son las únicas pruebas, prácticamente si algo puede pasarle a un avión, sus fabricantes ya lo tuvieron en cuenta.

Los aviones comerciales están diseñados para poder volar con un solo motor y aterrizar sin ninguno

Los aviones están diseñados de manera que puedan aterrizar incluso sin ambos motores
Los aviones están diseñados de manera que puedan aterrizar incluso sin ambos motores

Quizás te parezca que los motores son los únicos que mantienen al avión en el aire. Sin embargo, en realidad solo le proporcionan la fuerza necesaria para elevarse y trasladarse. Para que el avión pueda mantenerse en el aire entran en juego otros factores como su estructura aerodinámica.

Por eso, todos los aviones comerciales están preparados para funcionar con un solo motor sin mayores complicaciones. Incluso si todos los motores se detienen pueden seguir aterrizando de forma segura. Esto ocurre debido a que el impulso y la gravedad siguen proporcionando la velocidad suficiente para que aún se puedan recorrer grandes distancias planeando.

Los aviones no tienen tantos gérmenes como pudieras creer

Si el miedo a volar que tienes se relaciona con estar en un espacio cerrado infestado de gérmenes y parásitos, hay algunas cosas que debes conocer. Primero que todo, solo una porción del aire de la cabina se recicla (aproximadamente la mitad), y esta es filtrada alrededor de 30 veces por hora con filtros similares a los que se emplean en los hospitales. Respecto a la otra mitad de aire remanente, se reemplaza con un suministro de aire cada dos minutos y medio aproximadamente. De esta manera, comparando el aire de un avión con el de tu casa o trabajo, probablemente te encuentres más seguro sobre el aire.

Los aviones no están plagados de gérmenes
Los aviones no están plagados de gérmenes

No obstante, sí deberías evitar en la medida de lo posible aquellas superficies como los botones del inodoro y las mesas plegables; pero incluso teniendo contacto con ellas, lavarte las manos es suficiente para no enfermarte

Las turbulencias no son tan catastróficas como lo pintan en las películas

Contrario a lo que solemos pensar, las turbulencias durante un vuelo casi nunca suponen un peligro. “Por muy impetuosas que sean las ráfagas de aire, nunca serán capaces de lanzar al avión hacia el suelo o hacer que dé la vuelta”, afirma el piloto comercial Patrick Smith. Quizás la razón principal por la que los pilotos tratan con todos los medios de evitar las turbulencias es por lo molestas que pueden llegar a ser. Si tenemos miedo a volar, para calmar los nervios podríamos pensar en las turbulencias como si fuesen simples baches en el cielo.

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