Aretes en lugares atrevidos. ¿Están de moda?

¿Has visto fotografías de personas que tienen casi todo el cuerpo cubierto de argollas? ¿Te gusta su estilo? Quizás no estés buscando lucir un look tan extremo, pero sí mostrar unos pocos aretes en lugares atrevidos. Estos, a fin de cuentas, ya son reconocidos actualmente, junto a los tatuajes, como body art (arte corporal). 

También se les llama piercings y si crees que fueron inventados por los jóvenes de esta generación, te equivocas. Desde la década de los 70 forman parte del panorama de la moda. Claro, en ese entonces los usaban los punks y grupos de personas con comportamientos más bien anárquicos. Actualmente, se han generalizado y se ajustan perfectamente a casi cualquier look.

No son un pullover o un pantalón, que puedes cambiar cuando se acabe una estación. Sí puedes remover un piercing y colocar otro en su lugar, pero el agujero quedará donde mismo. Por lo tanto, no es que pasen de moda, pero algunos se usan más por temporadas. Si deseas entrar en esta tendencia, puede que no te decidas entre aretes en lugares atrevidos o más convencionales. Con este post, sabrás cuáles se están usando ahora mismo.

Este apartado es el primero por hablar de los orificios menos sorprendentes. Colocarse pendientes en las orejas, nariz, cejas o labios es de lo más común. Durante un tiempo, se usaron mucho los de las cejas, por ejemplo. Sobre todo, en los hombres, por dar cierto aspecto de rudeza. Sin embargo, aunque se siguen viendo bien, son un ejemplo claro de lo que no es tendencia. Ya casi nadie los usa.

¿Cuáles sí están a la moda? Por ejemplo, los de las orejas. Quizás pienses que estos no son lo que se dice unos aretes en lugares atrevidos. Es cierto que de toda la vida las mujeres y algunos hombres los han usado en los lóbulos. Sin embargo, en esa zona hay mucho más piel y cartílago que perforar. Llenarte el borde de la curvatura del oído de pequeñas piedritas brillantes es de lo más empleado recientemente.

Los de la nariz también están a tono con los looks actuales. Por una parte, se siguen usando las argollas laterales, que se colocan rodeando una de las aletas. Sin embargo, la gran tendencia es el conocido como piercing “de toro”. Se trata de una argolla central, colocada en el puente entre las dos fosas nasales. Es más doloroso, pero también uno de los aretes en lugares atrevidos más de moda.

Las perforaciones orales son los que se abren dentro de la zona bucal. Uno de los primeros en hacerse en estas partes fue el que atraviesa verticalmente la lengua por el centro. Este ya no es tan común. Ahora se usan otros aretes en lugares atrevidos como el frenillo entre encía y labios. También en la propia lengua, pero cerca de la punta y de forma horizontal.

Si estás buscando aretes en lugares atrevidos, los que se hacen por el cuerpo son los definitivos. Estos son sumamente llamativos y no dejan de sorprender a las personas sin piercings. ¿Dónde se pueden poner? Prácticamente en cualquier parte. Sin embargo, hay zonas donde son más comunes, ya sea por moda o por cuestiones higiénicas o de dolor.

Entre los más usados están los del ombligo que, además, parecen no dejar de ser tendencia nunca. Pueden colocarse encima o debajo del agujero del abdomen y ser sencillos o con cuelgues. Aunque algunos hombres los usan, son casi exclusivos para mujeres. Sobre todo, en época de verano y en la playa, lucen perfectos.

Al mencionar a los clásicos, siempre debe incluirse a los aretes de pezones. No mucha gente los usa por lo doloroso del proceso, pero llevan muchísimo tiempo existiendo. Otra perforación corporal de moda es la de la espalda baja. Se suele colocar un par de piedritas brillantes en los agujeros de los lumbares. Es, sin dudas, un sitio atrevido y el resultado es bastante sensual. También se usan en el cuello, sobre todo en la nuca y en el espacio blando entre las clavículas.

Aunque ya sea una práctica extendida y aceptada, la perforación corporal no está exenta de riesgos. De cualquier forma, estás abriendo un agujero en tu piel e introduciendo un objeto externo. Tu cuerpo no está del todo preparado para aceptar esa intrusión. Por ello, debes tomar ciertas medidas para evitar que acabes sufriendo daños.

Lo primero es que las condiciones para perforar sean las adecuadas. Estar en un ambiente limpio y utilizar materiales esterilizados. Luego, es importante limpiar diariamente el agujero con sustancias desinfectantes especiales. Seguramente aparecerán costras, que no deben ser arrancadas, sino retiradas con un bastoncillo húmedo. Por último, no uses cremas o maquillaje sobre la zona perforada.