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Enfermedades

La vacuna contra el coronavirus podría tardar meses en estar lista

Un nuevo mortal virus que ha cobrado la vida de cientos de personas y aún sin una vacuna para combatirlo. No es la primera vez que el mundo se ve envuelto en esta situación. La buena noticia es que, a diferencia de los brotes anteriores donde las vacunas tomaron años en desarrollarse, la vacuna contra el coronavirus podría tardar pocos meses en estar lista.

Un nuevo mortal virus que ha cobrado la vida de cientos de personas y aún sin una vacuna para combatirlo. No es la primera vez que el mundo se ve envuelto en esta situación. En la última década, con el coronavirus ya es la sexta vez que la Organización Mundial de la Salud declara el estado de emergencia internacional. La buena noticia es que, a diferencia de los brotes anteriores donde las vacunas tomaron años en desarrollarse, la vacuna contra el coronavirus podría tardar pocos meses en estar lista.

Gran parte de esta ventaja se la debemos a las autoridades científicas chinas, quienes difundieron rápidamente el código genético del virus por todo el mundo. Dicha información será valiosísima a la hora de identificar la fuente del virus, sus posibles mutaciones y cómo se puede inmunizar a la población.

Segmento del código genético del coronavirus
Segmento del código genético de este tipo de coronavirus

El desarrollo de una vacuna

El proceso de elaboración de una vacuna implica diseñar constructos de vacuna; por ejemplo, determinar las proteínas virales que serán blanco del sistema inmune y producir los antígenos específicos que se van a atacar. Si se tiene un prototipo, entonces se pasa a las pruebas en animales para corroborar su seguridad y efectividad. Una vez se haya demostrado que no es peligrosa y que combate eficazmente el virus para el que fue diseñada, al menos en animales, comienza a probarse en humanos. Y si los resultados son los esperados, comienza la producción masiva de la vacuna y su distribución por toda la población.

El principal obstáculo

El principal problema para desarrollar la vacuna contra el coronavirus es que actualmente no se cuenta con muestras del virus contra las cuales probar los prototipos. Tampoco se poseen los anticuerpos para comprobar el estado de la vacuna. Y también es necesario determinar los animales con los que se deben realizar las pruebas. Así que, al ritmo que se va, el desarrollo de ésta podría tardar unos meses.

No obstante, gracias a que muchos gobiernos alrededor del mundo se comprometieron con financiar la investigación de este nuevo brote, los centros especializados han podido poner manos a la obra rápidamente.

La gran velocidad con que se desarrolla la vacuna contra el coronavirus

Tulip Mazumdar, corresponsal de la BBC en temas de salud global, se dio una vuelta por el laboratorio Inovio en San Diego (EE.UU.), donde los expertos se concentran en una tecnología de ADN relativamente nueva para desarrollar una potencial vacuna contra el coronavirus. La llaman provisionalmente “INO-4800” y planean comenzar con las pruebas en humanos de aquí a cuatro o cinco meses.

Desde el momento en que China publicó la información genética del virus, pudimos analizarla con nuestros equipos computarizados y diseñar una vacuna en tres horas aproximadamente”; afirma Kate Broderick, vicepresidenta de investigación y desarrollo de Inovio. “La vacuna contra el coronavirus que hemos diseñado es innovadora porque se enfoca en las secuencias de ADN en las que creemos que el organismo arme su respuesta más agresiva”, explica. “Después, utilizamos las propias células del cuerpo para convertirlas en algo así como fábricas de la vacuna; por lo que se fortalecen los mecanismos de respuesta naturales que tiene el paciente”.

Kate Broderick explicando los avances en la vacuna contra el coronavirus
Kate Broderick expone el diseño de vacuna que han construido basados en la información génetica del virus

Las contribuciones de CEPI

Las investigaciones en estos laboratorios están financiadas por la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), la cual cuenta con el apoyo de gobiernos y organizaciones filantrópicas alrededor de todo el mundo. La organización se creó a raíz del brote de ébola en África Occidental con el objetivo de garantizar el financiamiento de proyectos emergentes para desarrollar vacunas contra nuevas epidemias. Según sus propias palabras, “asumieron la responsabilidad de proporcionar a los científicos las herramientas adecuadas para combatir eficazmente cualquier bote o enfermedad que pueda surgir en los próximos años».

Estará completamente lista para finales de año

Se explicó que en caso de resultar exitosas las primeras pruebas seguirán otras más amplias; idealmente en condiciones parecidas a las de China para finales de 2020. Es prácticamente imposible predecir si para ese entonces se habrá frenado el brote. Pero si todo ocurre según lo planeado, los expertos afirman que será la vacuna más velozmente creada y distribuida entre la población ante una epidemia de este tipo.

Cuando la epidemia del síndrome respiratorio severo agudo (SARS), otro tipo de coronavirus surgido también en China; las autoridades del país tardaron mucho en hacer público lo que realmente sucedía. Por ello, para cuando la vacuna estuvo por fin lista, el brote casi había terminado.

Esfuerzos conjuntos para desarrollar la vacuna contra el coronavirus

CEPI también está apoyando otros dos programas que investigan la vacuna contra el coronavirus. En Australia, la Universidad de Queensland ha comenzado a concentrarse en el desarrollo de una vacuna tipo “torniquete molecular”. Según ellos, su eficacia radica en que produce rápidamente una enfocada producción de defensas contra muchos patógenos virales.

Moderna Inc, en Massachusetts, también ha juntado sus esfuerzos con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. para aportar a la investigación.

Meta global

La Organización Mundial de la Salud, que no tuvo reparos en discrepancias políticas, inmediatamente estableció como una meta global el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Y aunque rápidamente los científicos de todo el mundo pusieron manos a la obra; la investigación todavía se encuentra en las primeras fases de desarrollo en la mayoría de los centros, declara la corresponsal Tulip Mazumdar.

Por el momento la mayor preocupación es que no tenemos garantías de que los diseños realizados hasta ahora sean efectivos en el nuevo brote en China. “Hemos trazado un plan para determinar cuál será la primera vacuna en ser puesta a prueba en China”, revela Ana María Henao Restrepo, del programa de Emergencias de Salud de la OMS. “Los científicos tendrán en cuenta una serie de factores; incluyendo entre estos la inducción de respuestas inmunes efectivas, un perfil admisible de seguridad y una aceptable disponibilidad de los suministros de la vacuna”, prosigue.

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