Mantén tu cuerpo en forma con estas simples asanas

Asana es un medio para alcanzarla concentración y el bienestar tanto corporal como mental; cada postura debe ser un motivo para prestar atención a tu cuerpo. La postura del árbol es sencilla y súper beneficiosa, con la que irás mejorando la conciencia del equilibrio. Tanto en su construcción como al deshacerla no debes perder la concentración. Párate y eleva ligeramente un pie, apoya la planta del pie en el muslo o en la pantorrilla del que tienes en el suelo y lleva las manos al pecho. La clave para mantener el equilibrio está en fijar la mirada en un punto estático.

Beneficios: mejora el equilibrio y la estabilidad. Fortalece la musculatura del pie y tobillo. Contraindicaciones: si no puedes mantener el pie apoyado tan arriba, bájalo un poco, pero nunca lo apoyes sobre la articulación de la rodilla. Grupos musculares involucrados: tibial anterior, gemelos y soleos. Los músculos del pie soportan la mayor carga, al igual que el glúteo mediano y menor. El abductor se encarga de mantener nuestro equilibrio.

Estas dos posturas parten de la posición “a gatas”, con las piernas abiertas al ancho de las caderas y las rodillas alineadas con ésta. Debes colocar los hombros, codos y muñecas formando una línea perpendicular con el césped. Al inhalar aire la espalda se curva hacia el suelo (Marjaryasana) y al exhalar se arquea dirigiéndose hacia el techo (Bidalasana).

Beneficios: Relaja y fortalece la musculatura de la espalda y la zona pélvica, movilizando toda la columna. Contraindicaciones: Si tienes lesiones en la cervical, lo correcto es que mantengas el cuello en línea con el suelo. Grupos musculares involucrados: Abdominales y músculos de la columna.

Para lograr esta postura debes comenzar desde la posición de pie o la tadasana. Luego lleva el pie izquierdo hacia atrás apoyando el talón, gira a continuación el cuerpo hacia el lado largo de la esterilla. Coloca los brazos en cruz y mantén las piernas rectas y sin modificar la postura de estos. Con la asana lograda, en una exhalación baja todo el cuerpo hacia el lado derecho. En la postura se debe mantener la espalda recta, el pecho abierto y la cadera alineada. El brazo de arriba debe servir para tirar y sujetar el cuerpo y así evitar que caiga todo el peso sobre la mano de abajo. Una forma de salir de esta posición es bajando el brazo y colocando una mano a cada lado del pie derecho a la misma vez que se flexiona la pierna. Es importante hacer los movimientos correctos para que las palmas de las manos se apoyen completamente en el suelo y así poder llevar el pie derecho hacia atrás. Debes repetir esta postura con la otra pierna para lograr un correcto equilibrio de tu cuerpo.

Beneficios: estirar y fortalecer diversos grupos musculares, tanto de las extremidades inferiores como del tronco. Contraindicaciones: si existen problemas de cervical no se debe girar la cabeza hacia el techo. Grupos musculares involucrados: Glúteo, tensor de la fascia lata y oblicuo interno del lado e isquiotibiales de ambas piernas.

Ya sabes que el yoga puede ser tu mejor aliado para olvidar los problemas y encontrar la relajación en ti mismo. Si lo practicas, de seguro te ahorras un gasto económico, que tendrías al ir de vacaciones. Relájate, medita y mantén tu cuerpo en forma, esta sin dudas, es una buena opción.