Prueba los mejores test de inteligencia que existen

Los test de inteligencia permiten medir la capacidad de razonamiento y resolución de una persona y por lo tanto, qué tan bien le resulta resolver problemas y situaciones de una manera efectiva.

Hay una amplia variedad de test que buscan medir la inteligencia de una persona, cada uno de ellos basado en un conjunto de teorías o propuestas sobre lo que realmente es ser inteligente.

Esto significa que quizás quien aparezca como muy inteligente según un test, no obtenga el mismo resultado en otra prueba basada en criterios diferentes.

Sin embargo, esto no ha frenado el interés de las personas, especialmente los jóvenes, de conocer cuán inteligentes son y aprovechar esto en su ventaja en el cada vez más reñido mundo laboral.

Si te interesa este tema, sigue leyendo y conoce cuáles son hoy en día los mejores test de inteligencia que existen y cuáles son los criterios en los que se basan.

Los test de inteligencia que marcaron el camino

Hay tres test de coeficiente intelectual que marcaron el camino de lo que es la evaluación clínica de la inteligencia según los parámetros de la psicología moderna.

Estos son los test creados por Francis Galton, por el dúo Lewis Terman y Alfred Binet y por último, por David Wechesler.

Pero antes de detallarlos, es importante dejar en claro que en su gran mayoría los test de inteligencia modernos se basan en una escala numérica como esta:

• 130 puntos o más: Muy superior (genio o superdotado)
• 120 a 129 puntos: Superior
• 110 a 119 puntos: Medio-alto
• 90 a 109 puntos: Medio
• 80 a 89 puntos: Medio-bajo
• 70 a 79 puntos: Bajo
• 69 a 51 puntos: Deficiente
• 50 a 69 puntos: Deficiente ligero
• 35 a 49 puntos: Deficiente moderado
• 35 o menos: Deficiente grave

El test de inteligencia de Francis Galton

Francis Galton fue el primero en estudiar la relación entre la herencia y la capacidad de la persona y en aplicar estadísticas para medir el  nivel de habilidad humana, incluyendo lo que llamó la «inteligencia comprensiva».

Por esta razón es considerada la madre de las pruebas psicológicas modernas.

Test de inteligencia de Lewis Terman y Alfred Binet

Este es el que conocemos como la prueba de IQ estándar usada hoy en día.

Durante la I Guerra Mundial, Lewis Terman desarrolló para el ejército de Estados Unidos un test de inteligencia dirigido a los nuevos reclutas.

Posteriormente, junto al francés  Alfred Binet creó el Test de IQ Stanford-Binet o Prueba de Coeficiente Intelectual Estándar.

A su vez, Binet lo perfeccionó para ajustarlo a niños en edad escolar, algo muy solicitado por las autoridades responsables de la planificación educativa.

En su esencia, esta prueba mide procesos intelectuales complejos como la capacidad de juicio,  memoria, comprensión y el razonamiento.

Además toma muy en cuenta al lenguaje como principal desarrollador cognoscitivo, lo cual no había sido tomado en consideración por los demás investigadores.

Test de coeficiente intelectual de David Wechsler

Ahora hablaremos del test de inteligencia de David Wechsler, creado en la década de 1930 y basado en los principios usados por Terman y Binet en el desarrollo de su prueba de IQ Stanford-Binet.

Esta prueba toma en cuenta la diferencia de edad de los sujetos de prueba.

De hecho, incluye la escala WISC para evaluar a niños de 5 a 15 años y la escala WAIS para adultos entre 16 a 64 años.

Pero este test de coeficiente intelectual también incluye la Escala de Inteligencia Wechsler Bellevue (1938) y la Escala de Inteligencia Wechsler-Bellevue II (1946).

Wechsler logró conjugar en un solo test los mejores criterios y técnicas de evaluación de inteligencia disponibles en su tiempo, por lo que su prueba es la más fiable y más usada hasta el presente.

El extremo negativo: el test de inteligencia de Henry Goddard

El test de inteligencia de Henry Goddard es un caso digno de mencionar por lo negativo de su concepto.

Fue creado por el director de escuela de Nueva Jersey Henry Goddar, quien usaba una versión modificada a su gusto de la prueba de IQ de Stanford-Binet para determinar cuáles alumnos podían ingresar a su institución.

En su opinión, un alumno con bajo coeficiente intelectual era incapaz de aprender, por lo que llegó a rechazar a muchos jóvenes talentosos por no satisfacer sus exigencias mínimas.

El problema es que el test de coeficiente intelectual de Henry Goddar se fue al extremo

Incluso calificó como «estúpidos» a los que tenían un IQ entre 51 y 70, «imbéciles» a los ubicados entre 16 y 50″ e «idiotas» a los que estaban en el rango entre 0 y 25.

La razón de mencionar este test es que demuestra el error de valorar la inteligencia de un individuo solo por una de sus habilidades específicas.

Daniel Goleman y el concepto de inteligencia emocional

El profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, Daniel Goleman es quizás el creador del primer test de inteligencia emocional.

El Test de Goleman consta de 15 preguntas referidas a cuatro valores fundamentales: autoconocimiento, autorregulación de las emociones, empatía y habilidades sociales.

Este test habla de inteligencia emocional, entendiéndola no solo como una capacidad de análisis y solución de problemas, sino también del dominio sobre las emociones y la relación con los demás.

Según muchos estudios, una persona que es inteligente en el manejo de sus emociones también podrá manejar mejor sus relaciones con otros y tener más autoestima.

Además suele tener una mejor sensación de satisfacción en lo personal y laboral, una menor tendencia a caer en adicciones y una mejor salud mental y física en general.

Entonces ¿cómo saber qué tan inteligente es una persona?

Actualmente se considera que medir solo la inteligencia cognitiva no es suficiente para valorar a una persona.

Se sabe que incluso los neandertales aplicaron inteligencia para crear tecnología que les permitiera sobrevivir a las más duras condiciones y esto incluyó también el aspecto de la sociabilización.

Es claro que muchas personas pueden fallar en un tipo de pruebas pero destacar notablemente en otras que no están incluidas en las preguntas del examen.

Otro caso frecuente es que la persona maneja muy bien las matemáticas pero no tiene habilidad en los idiomas

Por tal razón, hay test para medir diferentes «tipos de inteligencia».

Entonces, la única forma de poder evaluar lo que sería la «inteligencia global» de un individuo es sometiéndose a varias de ellas y no a un único modelo de test de coeficiente intelectual.