La verdad que se oculta tras la cámara de tu teléfono

¿Y si te digo que otra persona puede saber lo que estás viendo ahora mismo en tu móvil?

Esta es una pregunta un tanto confusa y puede dejarte con bastante miedo. Pero no por eso es menos cierta. Tal vez piensas que lo peor que puede suceder es que te roben el teléfono. Pues ya te voy avisado que no es así. El hackeo de tu smartphone es la peor cosa del mundo. Te invito a saber qué se oculta realmente detrás de la cámara de tu teléfono y qué vínculo guarda esto con la invasión a tu privacidad. 

Tapar la cámara frontal del ordenador es algo muy común. Desde hace algún tiempo, la mayor parte de las personas que trabajan con internet en su computadora portátil deciden hacer esto. Evitando así hackeos no deseados y espías que puedan tener acceso a su información personal.

Sin embargo, pocos son los que han optado por hacer este mismo procedimiento con su teléfono móvil. La verdad es que la cámara de tu smartphone es una parte imprescindible de él y nadie compra uno para tapar su cámara.

Pues lamento decepcionarte. Actualmente existe una app de móvil que hace uso, tanto de la cámara frontal como de la posterior para capturar imágenes. Luego, con el empleo de la conexión a internet, puede enviar dichas imágenes a un servidor remoto.

Porque el hardware y el software de un dispositivo móvil así lo permite. Pero no te asustes demasiado; Microsoft, Apple y Google disponen de avanzados sistemas de seguridad en sus dispositivos. Los cuales son muy capaces de ayudar al usuario a protegerse. De este modo podrás preservar tu intimidad sin tener que hacer uso de métodos tan poco ortodoxos como tapar la cámara con un parche.

Por lo tanto, la clave en todo este asunto es controlar de forma responsable a qué aplicaciones se le concede el acceso a la cámara frontal. Y aquí no termina el peligro, también debes mantenerte alerta con el micrófono o incluso con el GPS de tu dispositivo.

Tony Beltramelli planteó una vez en su tesis una idea muy interesante. Explica que el enviroment de un usuario de androide o de ios, resulta muy frágil. Tan susceptible que puede ser afectado por “un simple wearable”.  Uno de los ejemplos empleados evoca un hecho notorio. Sabías que los smartwatches poseen sensores de movimiento ultrasensibles. Pueden llegar a interferir con las actividades de teclados virtuales y físicos.

El peligro de que tu privacidad sea invadida es constante. Pero no por eso puedes renunciar a la tecnología o al internet. Siempre habrá personas con malicia que dediquen su tiempo y capacidades a hacer cosas que no se deben. Pero también hay formas de bloquear sus efectos.

Un ejemplo es un sistema parecido al famoso keylogger. Donde la deducción de los inputs ingresados por el usuario, se mejora con redes neuronales profundas que hacen más sencillo el proceso de extracción. 

No podían faltar unos cuantos consejos para hacer tu vida más tranquila. Si bien los hackers se toman mucho trabajo para entrar en tu sistema, no es imposible que tú logres bloquearlos.

¿Cómo te puedes deshacer de ese segundo par de ojos que asiste a tus conversaciones sin ser invitado? 

• No dejes tus dispositivos en otras manos sin tu supervisión: puede ser que alguien te pida un segundo el teléfono de forma muy «inocente», pero mejor es prevenir que lamentar. No tienes que negarle el favor, solo mantente cerca de él.
• Vigila el rendimiento: es imposible que un hackeo pase totalmente inadvertido. Revisa la batería de tu teléfono, si detectas un consumo inusual; empieza a preocuparte y organiza búsqueda de intrusos.
• Chequea el listado de aplicaciones instaladas: haz esto periódicamente y ten bien claras las apps que instalas por ti mismo. Si entre ellas ves algo desconocido, no dudes en eliminarlo. 
• Revisa los permisos: si algo está operando fuera de tu control con licencia ilógica para acceder a la cámara, al micrófono, a los mensajes, al GPS… deshazte de ello inmediatamente.
• Instala un antivirus de antemano: son muy eficientes y se encargan de monitorizar los paquetes de comunicaciones salientes y detectar cualquier anomalía.
• Reinicia el teléfono de fábrica: ya en última instancia, si nada de lo anterior funciona y estás siendo invadido, esta es la alternativa que resta. ¡A la hoguera con todo!