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Ciencia

Los dragones voladores existieron y son una maravilla de la naturaleza

La existencia de los dragones es un hecho. Pero, ¿cómo nos han contado las películas y las leyendas medievales?

¿Leer que los dragones voladores existieron casi te ha provocado un pequeño infarto? Pues calma, porque no solo son animales reales del pasado, sino también del presente. Sí, aún existen. Sin embargo, no son tal y como te han contado todo este tiempo. Entérate de cómo es un dragón verdadero y cuáles son sus hábitos.

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Así son los dragones voladores de la vida real

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Dragones voladores

Al leer que los dragones voladores existieron y que, de hecho, aún existen, te deben haber surgido muchas dudas. ¿Cómo nunca he visto noticias o documentales de ciudades arrasadas por estas bestias? O, peor aún, ¿cómo nunca he visto uno volando al menos a lo lejos? La respuesta para todas esas dudas es simple. Aunque estos seres son reales, no son como los describen las leyendas.

La forma en sí es bastante parecida a lo que tenemos interiorizado como dragón. Tienen cuerpos delgados y alargados, ojos grandes y cuatro patas con cinco dedos y garras filosas. Además, tienen unas membranas de piel que reciben el nombre de patagium y son, a todos los efectos, alas. Aunque eso sí, no les sirven realmente para volar como un ave, solo para planear. Estas se encuentran presentes durante toda la vida de los dragones, que para usarlas estiran las costillas y extremidades anteriores.

Hasta ahora, coincide bastante con la descripción mitológica de las bestias que escupen fuego. Por lo tanto, te habrás convencido de que los dragones voladores existieron, aunque no puedan volar a sus anchas. Entonces, ¿en qué se diferencian de los que aparecen en las historias fantásticas de caballeros y doncellas encerradas en torres?

Para empezar, no, claramente no sueltan llamas por la boca. Y el otro detalle importante es su tamaño. No son monstruos gigantes destructores de poblados. De hecho, son bastante pequeños y ligeros. Apenas llegan a medir entre 19 y 23 centímetros de longitud y a pesar unos 20 gramos. Los machos de la especie son, por lo general, incluso más chicos que las hembras. En cuanto a las garras, pueden sonar amenazadoras, pero solo las usan para aferrarse a las ramas de árboles.

Otra característica que los hace interesantes son sus colores. Estos suelen ser bastante vivos y llamativos. Así, no solo logran más atención que otras especies, también son más agraciados. En cuanto a su expectativa de vida, es bastante alta para tratarse de animales tan pequeños. Pueden llegar a durar unos seis años.

¿Cómo se comportan los dragones?

Ahora sabes que, aunque los dragones voladores existieron, no escupen fuego ni tienen el tamaño necesario como para dañar a un ser humano. Tampoco son venenosos ni nada por el estilo, así que las personas no tenemos porqué preocuparnos de ellos. Sin embargo, de eso a decir que no dañarían ni a una mosca, hay un gran trecho.

Los machos son sumamente territoriales. Toman propiedad de dos o tres árboles en los que habitan varias hembras y defienden a muerte esa zona. En caso de ser provocados, utilizan sus membranas-alas primero para amenazar y mostrarse superiores a su oponente. Si esto resulta no ser suficiente, las usan también para atacar.

Los patagium, de hecho, sirven para muchas cosas. En primer lugar, para transportarse planeando entre los árboles. Como leíste en el párrafo anterior, se emplean también para amenazar y agredir a rivales. Pero, si esos dos usos aún te parecen pocos, también sirven para reproducirse. Desplegándolas, los machos llaman la atención de las hembras e inician el ritual de apareamiento.

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¿Dónde puedo encontrar un dragón real?

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Es una especie completamente arbórea

Para empezar, es una especie completamente arbórea. Los dragones voladores existieron y aún habitan nuestro planeta, pero si los buscas en tierra firme, difícilmente los hallarás. En caso de querer encontrar uno, el mejor sitio para buscar es su hábitat natural, o sea, los árboles. Además, suelen estar más presentes en zonas boscosas tropicales. En esos lugares hay muchos árboles que les permiten planear y poner en práctica todas sus destrezas.

¿Pero en qué zonas geográficas vive? ¿Se le puede encontrar en cualquier país? Como ocurre con todas las especies, no está presente de forma natural en todo el planeta. Por lo general, se le encuentra en regiones asiáticas o en sus cercanías. Sobre todo en Filipinas, Borneo, el sur de la India y el sudeste del continente asiático en general.

Si los dragones no comen personas como en las leyendas, ¿de qué se alimentan?

Desde que se descubrió que los dragones voladores existieron, los zoólogos han investigado sus hábitos alimenticios. Luego de seguirlos por mucho tiempo, se ha determinado que son insectívoros, o sea, que se alimentan de insectos. Al ser tan pequeños, comen igualmente bichejos de tamaño reducido como hormigas y termitas.

Hay dos datos que resultan súper curiosos sobre el modo en que se alimentan los dragones voladores. El primero es la exclusividad que muestran algunos de ellos para elegir su comida. Se ha visto que ciertos especímenes solo comen hormigas y absolutamente nada más. Mientras, otros sí llevan una dieta más variada.

El otro dato interesante es su forma de buscar alimentos. ¿Cazan insectos voladores planeando entre los árboles? ¿Esperan a tomarlos desprevenidos y se les echan encima encerrándolos con sus alas? Para nada. Simplemente se sientan a esperar. Permanecen tranquilos en un sitio hasta que aparezca alguna fila de hormigas o termitas y entonces se dan banquete.

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Así se reproducen los no tan temibles dragones

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Huevos de dragones voladores

Los representantes de esta curiosa especie solo bajan de los árboles en una época del año: la de reproducirse. Como ya leíste, el dragón macho utiliza sus membranas para cortejar a la hembra. Esta, cuando finalmente se aparean, baja al suelo y hace un pequeño agujero con su hocico. Ahí deposita entre 4 y 5 huevos y los cubre con hojarasca y tierra.

Una vez enterrados, la madre se mantiene cerca de 24 horas rondando a los huevos. Así se asegura de que ningún depredador está esperando a que se vaya para zampárselos. Sin embargo, luego de transcurrido ese tiempo, vuelve a su vida normal y no tiene más contacto con ellos. En aproximadamente un mes, se rompen los cascarones y los pequeños dragoncitos escarban para salir al mundo.

Como ves, los dragones voladores existieron y todavía pueblan nuestro planeta. No son amenazantes como en las leyendas, sino pequeños e insectívoros, pero son tan bellos como sus primos mitológicos. Una verdadera maravilla natural.

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