Fibroma bucal ¿Cuál es su tratamiento?

La boca es una cavidad sumamente compleja que puede ser el asiento de múltiples enfermedades más allá de la archiconocida caries dental. Pues sí, no solo los dientes se enferman, la mucosa oral también está expuesta constantemente a factores irritativos que predisponen al padecimiento de múltiples dolencias. El fibroma bucal es una de las lesiones que aparecen con mayor frecuencia en este tejido de recubrimiento.

Una intervención quirúrgica por mínima que sea, genera siempre temor y preocupación. Por ello es habitual buscar otras alternativas que puedan solucionar fácilmente el problema sin necesidad de consultar un especialista. Desafortunadamente, no todas las enfermedades responden a un tratamiento natural y el fibroma bucal es un claro ejemplo. El único tratamiento efectivo es la extirpación quirúrgica. Un procedimiento ambulatorio sencillo del que no debes temer.

El fibroma oral es una lesión que se provoca por la proliferación localizada de tejido fibroso. Se presenta como una masa que sobresale de la mucosa bucal a la cual se une mediante un pequeño pedículo o a través de una base ancha. Es asintomática, aunque si se ulcera en la superficie puede doler. Su tamaño promedia entre 1 a 2 cm generalmente pero esto puede variar en dependencia del tiempo de exposición al irritante. Su color, usualmente similar al del resto de la mucosa, puede variar adquiriendo tonalidades más pálidas u oscuras. 

Es un tumor benigno lo cual significa que no representa un riesgo para la vida pues no tiene potencial de diseminación a otros tejidos y crece lentamente. Es casi imposible que un fibroma de la boca sufra transformaciones malignas, pero la inestabilidad local que produce su presencia y el estímulo a la multiplicación celular, son criterios por los cuales se recomienda su eliminación.

Se han descrito dos tipos fundamentales de fibromas bucales: el traumático y el verdaderamente neoplásico. El primero se presenta con mayor frecuencia. Varios irritantes como el sarro dental, la placa bacteriana, bordes filosos de restauraciones, aparatos de ortodoncia y prótesis desajustadas, pueden provocar su aparición. Esto no significa que si presentas alguno de estos factores desarrollarás con seguridad una lesión como esta, todo depende de la capacidad de adaptación del tejido y cómo responda ante el estímulo. 

Una infección crónica también puede generar, en algunos casos, la aparición de lesiones de esta naturaleza por lo que mantener una correcta higiene oral es un efectivo método de prevención.  

Acudir a tu odontólogo cada 6 meses y mantener una impecable higiene oral te permitirá conservar tu salud bucal. No existe una fórmula mágica, esta es la opción más sencilla y económica. Puede que el avezado ojo clínico de un odontólogo identifique, en una consulta de rutina, un fibroma bucal tan pequeño que tú no logras percibir. 

Si no es así y ya notaste un bulto en tu boca, debes primeramente mantener la calma y no pensar en lo peor. Existen muchas lesiones benignas que afectan la cavidad oral y no necesariamente es cáncer, el fibroma bucal es un claro ejemplo. Cómo pudiste percatarte anteriormente, las características de esta lesión son muy variables por lo que solo un especialista puede determinar su naturaleza. 

Incluso por mucha experiencia que pueda tener tu odontólogo el diagnóstico final se determina a partir del resultado de la biopsia. Tu dentista te remitirá a un cirujano oral y maxilofacial el cual realizará la extirpación de la lesión y la enviará a patología para su estudio. Los tumores malignos tienen características muy distintivas que llaman la atención del profesional médico, por lo que si tu especialista asegura que es una lesión benigna no debes preocuparte. 

Una vez que tu odontólogo de cabecera te diagnostica un fibroma bucal procederá a la búsqueda de cualquier elemento que esté provocando una irritación crónica. Si detecta el agente causal, el pronóstico es mucho más favorable pues al eliminarlo cesará el estímulo y la lesión detendrá su crecimiento. Así una vez que se elimine es más difícil que reaparezca. En esta consulta, puede que tu dentista necesite eliminar una restauración mal diseñada o pedirte la retirada de tu prótesis si está desgastada. 

Posteriormente el odontólogo te remitirá al cirujano maxilofacial quien asumirá el tratamiento: la extirpación quirúrgica. Antiguamente cuando la lesión era pequeña y no interfiere en el normal desempeño del paciente se prefería dejarlo en boca. Hoy todos concuerdan en la necesidad de eliminarlo para evitar que, por consiguientes irritaciones en presencia de otros estímulos como la nicotina del tabaco, su naturaleza cambie y se maligniza. 

La intervención es muy conservadora, solo te extirpará el fibroma bucal sin necesidad de eliminar tejido circundante. Al tratarse de una lesión benigna no es necesario extenderse más allá de sus límites. Se plantea que la recidiva o reaparición de estas masas es frecuente por lo que se sugiere un seguimiento tras la operación. Al tratarse de una intervención sencilla, el procedimiento se realizará bajo anestesia local y de forma ambulatoria. 

Una vez finalizada, el cirujano te ofrecerá las indicaciones pertinentes para cuidar la zona intervenida. En un periodo comprendido entre los 5-7 días deberás regresar para retirar los puntos de sutura y comprobar que la herida está cicatrizando correctamente.