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Consejos

7 Pasos para sanar el hígado

El hígado elimina toxinas, almacena nutrientes y digiere grasas, de ahí la importancia de saber cómo mantenerlo sano.

Cuando se habla del hígado también podemos referirnos a él como el “Laboratorio de nuestro organismo”, ya que purifica la sangre y ayuda a eliminar sustancias químicas nocivas y bacterias. De ahí la importancia de conocer los pasos para sanar el hígado. 

Este también se encarga de la creación de la bilis, que descompone las grasas, almacena diferentes nutrientes, metaboliza las grasas, proteínas e hidratos de carbono, es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles y puede contener hasta un 10% de la sangre total del cuerpo.

Nuestros hábitos alimenticios y de salud también influyen de manera positiva o negativa en el estado de nuestro hígado. La acumulación de elementos tóxicos hace recomendable la detoxificación hepática de forma natural al menos una vez al año.

En caso de infección, ¿cuáles son los pasos para sanar el hígado?

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Las infecciones en el hígado más frecuentes son las causadas por virus o parásitos. Los tipos más comunes de infección en el hígado son la hepatitis A, B y C, transmitidas por virus, que además de provocar dolor en el hígado, también pueden causar síntomas como: pérdida del apetito, mareos y vómitos, cansancio extremo, dolor en los músculos y en las articulaciones, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, heces claras, orina oscura, piel y ojos amarillentos.

¿Quieres saber cuáles son los pasos para sanar el hígado en este caso? Pues lo más recomendable, es que visites a un médico, en este caso un gastroenterólogo o un hepatólogo. Recuerda que el tratamiento puede variar según el tipo de infección. Por tanto, puede que se te indiquen medicamentos antivirales, antibióticos o antiparasitarios, además de estar recomendado que se tenga una alimentación de fácil digestión y pobre en grasas, ya que de esta forma es posible evitar que el hígado se inflame más.

El hígado y las enfermedades genéticas

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El dolor en el hígado puede estar asociado a enfermedades genéticas. Estas pueden causar la acumulación de sustancias tóxicas en el hígado, algunas de ellas son: la hemocromatosis hereditaria, que provoca acumulación de hierro en exceso en el cuerpo; oxaluria que lleva al aumento de ácido oxálico en el hígado; o la enfermedad de Wilson, en la que hay acumulación de cobre.

La hemocromatosis puede ser tratada evitando alimentos que contengan grandes cantidades de hierro como carnes rojas, espinacas o frijoles verdes. En este caso, todos los alimentos que contengan gran cantidad de hierro estarán excluidos de tu dieta. En el caso de las enfermedades genéticas que afectan al hígado, pueden ser tratadas con alimentos especiales, siendo este uno de los pasos principales para sanar el hígado. 

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¿Qué enfermedades autoinmunes afectan al hígado y cómo se puede tratar?

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Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que el sistema inmune ataca al propio cuerpo. Estas, en su mayoría afectan el hígado, y ejemplos de ello son la hepatitis autoinmune, la cirrosis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

La hepatitis autoinmune es una enfermedad bastante poco común. Esta consiste en que el organismo ataca las células del propio hígado causando inflamación y provocando síntomas como dolor abdominal, piel amarillenta o mareos. 

La cirrosis biliar primaria es la destrucción progresiva de los conductos biliares localizados en el hígado, y la colangitis esclerosante provoca su constricción causando el surgimiento de síntomas como por ejemplo fatiga y comezón en la piel, pudiendo provocar cirrosis e insuficiencia hepática si no es debidamente tratada o se retrasa su tratamiento.

Muchas de estas afecciones, como la hepatitis autoinmune tienen cura si se realiza un trasplante de hígado, que se utiliza en los casos más graves. No obstante, la enfermedad puede ser controlada con el uso de corticoides como la Prednisona, o inmunosupresores como la Azatioprina. Además, se recomienda reforzar el tratamiento con una alimentación variada y equilibrada. 

En la cirrosis biliar primaria y en la colangitis esclerosante, se utiliza como uno de los pasos para sanar el hígado, el ácido ursodesoxicólico como parte del tratamiento, siendo este una sustancia natural que produce el hígado de forma fisiológica. La función de este tratamiento es frenar la evolución de la enfermedad, disminuyendo la posibilidad de aparición de la cirrosis. 

El cáncer de hígado

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El cáncer de hígado puede afectar a los hepatocitos, los conductos biliares y los vasos sanguíneos, por lo que resulta muy perjudicial y agresivo. Provoca dolor abdominal, mareo, ojos amarillentos y pérdida del apetito. Lamentablemente, para tratarlo se debe retirar la zona afectada del hígado a través de una cirugía, y se requieren sesiones de quimioterapia o radioterapia para reducir su tamaño.

Acumulación de grasa. Pasos para sanar el hígado

La acumulación de grasa en el hígado es común en personas obesas, con colesterol alto o diabetes. Muchas veces su detección presenta complicaciones, ya que esta afección puede ser asintomática o provocar síntomas como dolor del lado derecho del abdomen, abdomen hinchado, mareos y vómitos.

El tratamiento para la grasa en el hígado es bastante fácil. Llamada científicamente como esteatosis hepática, requiere la práctica regular de actividad física y una alimentación adecuada a base de carnes blancas y verduras con alto contenido de minerales. Solo se suministrarán medicamentos, en caso de que se eleven los niveles de colesterol en sangre.

Alcohol excesivo, un freno para la salud hepática 

Si tu objetivo es seguir pasos para sanar el hígado debes evitar consumir bebidas alcohólicas a toda costa. El consumo excesivo y regular de estas puede aumentar el riesgo de desarrollar hepatitis alcohólica. Esta afección se caracteriza por la aparición de fuertes dolores abdominales, náuseas, vómitos y pérdida del apetito, por ejemplo, y en caso de no ser tratada, puede provocar graves lesiones en el hígado.

Para tratar esta afección, uno de los primeros pasos para sanar el hígado es suspender la ingesta de alcohol y utilizar medicamentos como el ácido ursodesoxicólico o fosfatidilcolina, que reducen la inflamación del hígado y alivian los síntomas. En casos de gravedad extrema, se requiere trasplante de hígado. 

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Abuso de medicamentos

Evidentemente, este no constituye uno de los pasos para sanar el hígado. La hepatitis medicamentosa es causada por la exposición a sustancias tóxicas o al uso excesivo de medicamentos como por ejemplo paracetamol, nimesulida, eritromicina o estatinas, o inclusive por reacciones alérgicas a éstas, que provocan lesiones en las células del hígado.

El tratamiento consiste en la suspensión de manera inmediata del medicamento causante de la anomalía. En casos más extremos se requerirá el uso de corticoides con el objetivo de normalizar el funcionamiento del hígado. Para esto también se requerirá apoyar el tratamiento con una dieta equilibrada.

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