Terrores nocturnos en adultos. ¿Por qué ocurren y qué debes hacer?

¿Sabías que los terrores nocturnos son más frecuentes en el sexo femenino? No obstante, las estadísticas confirman que los niños se ven más afectados por este malestar que los adultos. No obstante, en la adultez es una gran preocupación padecer este malestar. Por eso, vamos a hablar sobre las principales causas de la aparición. Además de los síntomas, consecuencias y algunas estrategias que funcionan para superar el pánico.

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¿Sufres miedo en las noches? ¿Te gustaría saber por qué?

Los terrores nocturnos son clasificados como una parasomnia. Dicho de otra manera, es una experiencia o conducta no deseada durante las horas de sueño en la noche. También se les conoce como un trastorno de vigilia lo que significa que ocurren durante la fase más profunda. Existen factores que contribuyen en el padecimiento de esta afección. Por ejemplo, estrés, trastorno bipolar, fiebre, cansancio, depresión, privación o interrupciones del sueño ya sea por viaje o trabajo. 

Es probable que se repita con mayor frecuencia en adultos que tengan familiares con antecedentes de sonambulismo. Además de eventos postraumáticos o cambios bruscos como la pérdida de un familiar, accidentes o el diagnóstico de una enfermedad. Por último, no podemos olvidar el consumo de fármacos, alcohol y otras sustancias que alteran el horario de sueño.

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¿Cuáles son los síntomas que provoca?

Existe una gran diferencia entre pesadillas y terrores nocturnos. La primera te despierta, recuerdas algunos detalles y luego te cuesta dormir. Sin embargo, el segundo ocurre mientras duermes y después a la mañana siguiente llegas a recordar fragmentos. Normalmente aparecen desde el primer tercio y mitad de la noche y es poco frecuente durante las siestas en el día.

Uno de los síntomas más comunes en los adultos es el sonambulismo. Durante los episodios de miedo la persona suele realizar gritos atemorizantes y una conducta agresiva. Otros indicios son: sentarse en la cama, asustarse, mantener la mirada fija y los ojos muy abiertos. También provoca transpiración, el pulso acelerado, las pupilas dilatadas y la cara ruborizada. Algunos patean, golpean, en ocasiones se vuelve complicado despertarlos, consolarlos y hasta pueden mostrar un cierto nivel de confusión.

Si presentas alguna de estas señales puedes afirmar que tienes trastornos en el sueño. Es habitual que la persona visualice imágenes con mensajes negativos o perciba sensaciones desagradables mientras duerme. Además de realizar gestos y acciones como gemir, hablar, sollozar y llorar. También se suma el movimiento excesivo en la cama donde puede lesionarse o lastimar al que esté a su lado.

Consecuencia de los terrores nocturnos en adultos

El pánico en las noches afecta la calidad del sueño. Cuando una persona no duerme correctamente, al día siguiente se le nota fatiga, cansancio y falta de ánimo. En efecto, esto es muy frustrante lo que puede derivar en problemas psicológicos y hasta depresión. Por otro lado, el miedo a dormir y sufrir otro episodio hace que el individuo se vea afectado. Sin embargo, el entorno más cercano también sufre en el esfuerzo de tranquilizarlo por los terrores nocturnos.

Consejos para superar el pánico en las noches

Algunos especialistas en esta área aconsejan tomar un registro diario del sueño para comprender mejor el problema. Puedes anotar los factores que afectan, el horario destinado a esta función y en qué momento ocurren. También debes hacer apuntes al final del día sobre tu conducta y otros datos relevantes. ¿Cómo mejorar el estilo de vida? A continuación, te describo algunas estrategias para deshacerte del miedo.

Dormir bien: En ocasiones la fatiga física y mental forman parte de las causas principales de los terrores nocturnos. Si te sientes con falta de sueño intenta irte a la cama más temprano. Además de establecer un horario regular para dormir e incluso realizar una siesta breve. Según tus posibilidades, evita los estimulantes y los sonidos que puedan alterar este tiempo.

Organiza una rutina relajante antes de dormir: Crea un plan de actividades tranquilas, calmadas y de forma regular. Por ejemplo, lee un buen libro, toma un baño con agua tibia, resuelve un rompecabezas o escucha música. Otras opciones también serían los ejercicios de relajación o meditación. No olvides colocar tu habitación de forma cómoda y tranquila para dormir.

Evalúa si necesitas medidas de seguridad en tu entorno: Si quieres prevenir lesiones cierra todas las ventanas y puertas exteriores en la noche. Podrías trabar las interiores o colocar alarmas en ellas. En caso de contar con escaleras o portales bloquea la entrada con rejas de seguridad. Pon a un lado los aparatos o cables eléctricos que representen un peligro de tropiezo. Por último, guarda los objetos frágiles, filosos y las armas bajo llave.

Controla las situaciones estresantes: Reflexiona sobre las situaciones que te provocan estrés y piensa en posibles formas para afrontarlos y vencerlos definitivamente. Conversa con tu familia sobre tus preocupaciones, ansiedades y problemas. Incluso te puedes apoyar y solicitar asistencia en un profesional de salud mental.

Busca un patrón de los terrores nocturnos: Anota todos los aspectos que consideres importantes sobre estos episodios en las noches. También escribe el tiempo que demoras en dormirte profundamente hasta que ocurre el miedo. Con estos valores puedes llegar a despertar justo antes de que se repita el mal sueño.

Por otra parte, puedes emplear algunos tratamientos para las afecciones no diagnosticadas y que te llevan a un problema de fondo. Por ejemplo, la terapia cognitiva conductual, la biorretroalimentación, la hipnosis o la relajación. Sin olvidar el uso de algunos medicamentos orientados por un especialista que son eficaces para tratar los miedos en la noche.

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Preguntas que definen los terrores nocturnos

Cuando los miedos aparecen de forma esporádica o asociados a situaciones temporales no son una señal de alarma. No obstante, si aumenta la frecuencia es importante acudir a un profesional especializado para solucionar el problema. Algunas de las preguntas que descubren el pánico en las noches son las siguientes. ¿Cuándo comenzaron? ¿Qué repetición tienen?

Por otro lado, existe una variedad de interrogantes que revelan por qué los adultos sufren pánico al dormir. ¿Este malestar es solo temporal o se vuelve crónico? ¿Cómo proceder de la mejor manera? ¿Qué alternativas puedo emplear para librarme de esta enfermedad? Todas ellas te confirmarán si padeces o no y te ayudarán a librarte finalmente de los terrores nocturnos.