Anteojos o lentes ¿Cuáles te harán lucir mejor?

Pareciera increíble, pero aquí te lo confirmo. Una de las ventajas de los lentes es que te hacen ver más joven. La clave es escoger unos anteojos que focalicen los ojos y la parte superior de la cabeza. En este sentido, a las mujeres les vienen muy bien los espejuelos de tipo retro. Un ejemplo son las armazones que imitan el ojo de un gato o una gota de agua. Esos levantan el rostro y recuerdan los años dorados de la juventud. Por supuesto, ello no significa que sean gafas para personas mayores. Al contrario, están muy a la moda entre la juventud.

Para los hombres sucede un poco diferente. Monturas rectangulares provocan en la mirada cierta atracción visual que favorece mucho al semblante varonil. Pero no olvides evitar por todos los medios los bastidores de anteojos tipo aviador o de apariencia pesada. Los de esta clase tienden a dirigir la atención hacia la parte inferior de la cara y recuerda que no es el efecto que se desea.

Bordes exteriores resaltados con toques de color o contraste logran crear un foco de atención justo en la mirada. Para remarcar tus pómulos, lo idóneo es una varilla lateral en la parte superior de la armadura. Por otro lado, las esquinas redondeadas te harán gozar de un continente más estilizado y, por ende, juvenil.

En cuanto al tamaño y la forma correctos de los anteojos o lentes, es importante mantenerse informado. Como toda moda, la percepción acerca de la idoneidad de unas gafas para verse más joven depende de la tendencia. No vayas a usar unos espejuelos muy grandes cuando se estén prefiriendo pequeños o viceversa. También necesitas definir qué modelo le va mejor a tu arquetipo de cara. Así tendrás varias opciones que se ajusten a tu fenotipo.

Sin embargo, la recomendación más universal es preferir los anteojos o lentes de corte grande. No tan sobredimensionados, pero tampoco muy pequeños para tu rostro, sino que hagan juego con su tamaño. El marco no debe sobrepasar la línea de las cejas.

Hablando de colores, no se puede obviar el hecho de que mientras envejecemos nuestro tono de piel tiende a cambiar. Y resulta muy valioso llevar accesorios que complementen tu tono de piel original para que esta no se vea dañada. Por supuesto, entre dichos accesorios, el color de los anteojos o lentes también debe combinarse favorablemente. Armoniza el color de tu tez con el de tus ojos y cabello a través de las gafas que elijas.

Mientras que los anteojos sin armazón muestran liviandad y brillo, las armaduras ayudan a disimular las arrugas u ojeras. En ese sentido, las gafas cuadradas sobredimensionadas, de color cálido o frío pero claro son muy efectivas. Otro detalle a tomar en cuenta es que elegir unos anteojos del tono de tus ojos puede contribuir a resaltarlos aún más.

Espero no te hayas perdido ningún detalle hasta aquí, pues este apartado tiene continúa lo que te comentaba arriba. ¿Recuerdas que la forma de los anteojos o lentes que debes elegir depende de tus rasgos faciales? Pues sí, y a continuación te diré todo lo que necesitas saber al respecto.

Lentes para cara redonda: Tener este tipo de rostro es complejo en algunos sentidos, pero no al elegir unos espejuelos. La solución es sencilla: evita los circulares a toda costa, prefiere los cuadrados. Y si a esa montura le añades un doble puente en la unión de los cristales, el resultado será irresistible. Las Ray-Ban semi-cuadradas de doble puente funcionarán a la perfección en rasgos faciales redondeados.

¿Y los de cabeza angulada qué?: Para aquellas caras rectangulares con líneas marcadas y pómulos sobresalientes, lo ideal es lo opuesto: gafas redondas. El objetivo es suavizar la característica mandíbula pronunciada en estos tipos de cara. Al contrario de lo que se dijo antes, a este fenotipo le vienen mejor unos espejuelos no muy grandes.

Talante ovalado = 0 preocupaciones: La fisionomía ovalada resulta como lo negro o blanco, pega con todo. Entonces si posees un aspecto tal, date el gusto de usar cualquier diseño. Lo único que debes considerar con cautela es el ancho. Si se excede al de tu silueta facial, el efecto será inadecuado.

Los anteojos para semblantes alargados: A pesar de la estrechez de las caras alargadas, los binóculos pequeños no son lo recomendable. Al contrario, con unas grandes romperás los estereotipos y deslumbrarás.

Rostros triangulares: Estos son los que comienzan con una mandíbula ancha y van estrechándose a medida que suben. La elección de lentes es muy similar al caso de los talantes rectangulares.

Forma de corazón (triángulo invertido): Dicho tipo se caracteriza por unos pómulos y frente anchos. Ello en contraste con la barbilla en forma de “V” que se afina hacia la punta. La acción en este caso es suavizar la zona superior y resaltar la inferior. Para lograrlo, emplea una montura más robusta hacia abajo, de forma ovalada o cuadrada, con tonos claros.

Muy a pesar del paso del tiempo, los anteojos en la actualidad aún se realzan como estereotipo de intelectualidad. En el hombre, pueden complementar a una robusta barba o un bigote para dar tal apariencia. Tampoco importa el tipo de lentes, solo con usar unos parecerás más inteligente. El truco está en verse también interesante… Y nadie se podrá resistir a tu “genialidad” picaresca.

Kleisner, Chvátalová y Flegr en su estudio: “Perceived Intelligence Is Associated with Measured Intelligence in Men but Not Women” (2014) rebelan algo interesante. Se tomaron 40 hombres y 40 mujeres diferentes como modelos. De ellos, todos los que tenían gafas fueron juzgados por un público como más inteligente. Sin embargo, solo los que poseían gafas de montura liviana o sin armazón fueron considerados también apuestos. Ya seas hombre o mujer, para que resultes interesante y a la vez atractivo(a), recuerda esto. Las armaduras pesadas serán tus enemigas; prefiere siempre las livianas, elegantes y estilizadas.