La boda falsa que valía una herencia

Casarse en el siglo XXl, ya no es una obligación. De seguro conoces a muchas parejas que llevan años juntos, nunca han hecho legal su alianza y son felices. Sin embargo, todo se complica cuando llega la palabra “herencia”, como le sucedió a Leonor Vilanova. Con la ayuda de un cura, montó una boda falsa para quedarse con casi medio millón de euros. Los implicados están pagando las consecuencias. 

Ocho años piden para el cura que casó a una mujer con un muerto 

David Vargas, un antiguo sacerdote, asegura que no fue una boda falsa. Según sus declaraciones en el juicio, Leonor quería “dejar de vivir en pecado”. Respondiendo a su petición los casó el 1 de julio de 2008 en una ceremonia discreta y sin eucaristía. La novia era una anciana de su parroquia. Había mantenido una relación con el “novio”, Ángel, desde hacía muchos años. 

Todo parece muy normal hasta aquí, pero la fiscalía asegura que fue un montaje. Alegan que todo fue planeado por Leonor con la ayuda del cura y de su hija. Ángel no estaba casado ni había dejado un testamento legal. Tampoco tenía herederos directos. Es por esto que la señora tuvo miedo de quedarse sin nada.

Los sobrinos del difunto serían los beneficiarios. Isabel, su sobrina, declaró sobre el tema: “Cuando nos llamaron para decirnos que mi hermano y yo éramos los herederos, se puso muy nerviosa. Le dije que no sufriera, que iba a seguir en la casa hasta que muriera, pero no se conformó y empezó este montaje”.

La supuesta boda se celebró en julio de 2008, pero el acta no fue registrada hasta marzo de 2009. Para esta fecha ya hacía 4 meses que Ángel había fallecido. Leonor obtuvo una herencia valorada en casi medio millón de euros repartidos en: 

• Una vivienda
• La mitad de un inmueble 
• Un nicho en el cementerio del municipio  
• Un monto de 55.000 euros en cuentas corrientes. 

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El juicio y los testigos de la boda falsa

La Fiscalía acusa a Leonor Vilanova, María Dolores (hija) y a David Vargas de actuar por enriquecimiento ilícito. Sabían muy bien lo que hacían cuando estamparon en el expediente matrimonial la firma del fallecido. 

María está acusada porque, aun sabiendo que era una boda falsa, firmó como testigo de la unión. La señora Leonor falleció tres años antes de que se celebrara el juicio. Es por eso que solo comparecieron como acusados el cura y su hija. La fiscalía presentó varias pruebas, pero una de las más contundentes es el estudio de la firma por un perito. 

Dicho especialista afirmó que fue hecha por calco. Esta idea no salió muy bien pues a la persona que lo hizo se le escaparon rasgos propios. Otras pruebas que hicieron sospechar fueron los recordatorios repartidos en el tanatorio el día de la muerte de Ángel. En ellos se referían a Leonor como su compañera y no como su esposa. 

Según la familia de la anciana, ellos se fueron unos días al hotel Las Palmeras de Calella de Mar. Sin embargo, cuando la policía llamó para confirmar la declaración, los trabajadores del centro lo negaron. 

También aparecieron varios testigos a favor del cura. Entre ellos estuvieron un amigo y las sacristanas que lo ayudaban en la limpieza de la parroquia. De ellas, una no recordaba el lugar donde se había celebrado la ceremonia. No obstante, estaba segura de haberles dado la enhorabuena al salir. 

Otra dijo que le pareció algo raro y expresó: “Parecía una boda, pero los dos solitos ahí… Daba hasta pena”. Y no podía faltar el comentario de la hija, que para justificar tanta discreción dijo: “En el pueblo eran muy chafarderos, les tenían envidia porque hacían buena pareja”. 

Al final, el cura fue sentenciado a tres años de prisión y la hija a un año y medio. Ambos tienen el deber de pagar 203.934 euros como indemnización a los familiares que por derecho debían haber recibido la herencia. 

En esta historia no solo dichos acusados tienen responsabilidad. El Obispado de Vic debió revisar mejor el expediente matrimonial, pues las irregularidades eran evidentes. 

No es la primera vez que el cura tiene problemas legales 

Si pensabas que la boda falsa era el único pecado cometido por Vargas, te sorprenderás al saber sus anteriores crímenes. El cura acostumbraba desde hacía varios años a estafar a ancianas solas y adineradas. Se comportaba como un hombre ejemplar y las ayudaba en labores del día a día. Luego se quedaba con sus bienes más valiosos.

La bomba estalló cuando una de las víctimas lo denunció. La señora tenía 91 años y aseguró que Vargas le había robado anillos y más de 150.000 euros. Incluso, la persuadió para que lo incluyera en el testamento.  

A raíz del hecho el cura prometió colaborar y devolver todo lo robado. Un tiempo después la policía encontró más de 3.5 millones de euros en su domicilio. Por esta razón fue expedida una orden de detención en su contra. 

Sabiendo que no podría justificar tal suma de dinero, se intentó suicidar. Se tiró de un puente en ronda de Dalt en Barcelona. Cayó sobre una furgoneta, fracturándose el tobillo y sufriendo un aplastamiento de la columna. 

Una vez que fue dado de alta del hospital la Policía Nacional lo detuvo y su caso pasó al juzgado de instrucción número 6 de Barcelona. Este ordenó que fuese ingresado en prisión. 

Antes de que estos hechos sucedieran Vargas ya había sido expulsado de la iglesia en 2013. En dicha fecha salieron a la luz unas fotos de él abrazando a un joven desnudo. 

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Otras bodas falsas por herencias

Mientras algunos inventan una boda falsa para ganar una herencia otros lo hacen para no alterarla. Este es el caso del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y la diputada del partido Forza Italia, Marta Fascina. Él tiene 85 años y ella 32. 

Recientemente celebraron un evento que llamaron como “no boda” en una de las mansiones del magnate. La fiesta fue una unión simbólica, no legal, para que no se viera afectada la herencia que acumula el italiano. 

Hablando de boda falsa, ¿sabías que en Argentina estuvo de moda asistir a este tipo de eventos? El publicista Martín Acerbi fue uno de los creadores de la idea. Lejos de ser una fiesta convencional, estaba llena de espectáculos dramáticos, actores y supuestos invitados. Los que vivieron la experiencia terminaron encantados.