Nuevos avances en los ultrasonidos genéticos

En los últimos 10 años en el campo de la imagenología han existido progresos significativos, debido a los avances científico- técnico, se puede apreciar principalmente softwares y equipos de ultrasonidos que muestran y representan imágenes de alta resolución en tiempo real. 

Los ultrasonidos genéticos no suelen ser invasivos, permiten la visualización de órganos internos del feto. Detecta a tiempo enfermedades, de ahí la importancia de tener equipos de alta gama, ellos garantizan diagnósticos seguros para los pacientes. 

Las Ecografías fetales

Cuando se habla de Ecografía fetal se mencionan cambios significativos en el campo de la medicina. Te permiten observar el feto durante todo el período del embarazo. Las técnicas ecográficas más actualizadas de estos días es el ultrasonido tridimensional, que a diferencia del bidimensional que se encuentra en escala de grises, permite que veas imágenes fetales en tres dimensiones. 

Pero también existe la ecografía en 4D, ya en este caso, puede apreciarse el feto en tiempo real, con cierto dinamismo y movimiento. Además, se tratará la ecografía Doppler, otro de los avances que tienen los ultrasonidos en la actualidad. 

Existen otras ecografías no tan avanzadas, pero también contribuyeron a la formación de las técnicas tecnológicas que mencionamos anteriormente.

Ecografías 3D y 4D: Ultrasonidos genéticos

En los ultrasonidos genéticos, la ecografía 3D y 4D, son usadas para obtener imágenes con volumen, claras y precisas de la estructura anatómica del bebé. El contraste radica en el software utilizado, en la del tipo tridimensional, se obtienen iconografías estáticas, mientras que en las del estilo 4D sus imágenes tienen movimiento, transmiten sensaciones y las figuras captadas tienen dinamismo en tiempo real.

Si bien es cierto que la ecografía 4D tiene esas ventajas, por ejemplo, de conocer el aspecto del niño, de sorprender a los padres con un bostezo, una sonrisa, movimientos aislados de brazos o piernas, implicando de esa manera una serie de emociones y sentimientos encontrados, también sería bueno añadir que, por medio de ella, se puede distinguir si el feto presenta variaciones morfológicas, tal es el caso del labio leporino.

Entre tanto la ecografía 3D también tiene su protagonismo en el campo de la imagenología, se utiliza cuando se desea analizar el útero, para descubrir posibles alteraciones en mujeres que tienen problemas en consevir, ya sea porque tienen abortos en repetidas ocasiones o simplemente no salen embarazadas y desconocen las causas.

Las ecografías 3D y 4D no son el sustituto de la ecografía 2D en la localización a tiempo de malformaciones fetales, sino que actúan como complemento. Técnicas de imágenes muy seguras, no representa peligro alguno, tanto para la madre como el bebé.

Este tipo de ecografías pueden hacerse en cualquier etapa del embarazo. No obstante, es recomendable realizarlas, desde la semana 24 hasta la 30 de gestación. Pero ojo, a partir de esta última semana, no se aconseja someterse a ultrasonidos genéticos con esas características. Pues puede ser demasiado grande para la fecha, entonces existiría poco espacio entre él y la pared del útero, lo que impide observar bien su anatomía. 

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Ecografía Doppler obstétrica

Otra de las tecnologías de ultrasonido genético es el Doppler, es una clase de ecografía que valora el flujo de sangre perteneciente a la madre, divisa variaciones en el modelo de sangre del feto e identifica si el mismo viene con problemas. Aspecto esencial, pues ayuda a prevenir enfermedades graves e incluso la muerte perinatal.

Pero no todas las gestantes se someten a ese tipo de ecografía, son tan solo las mujeres que presentan alto riesgo de embarazo, poniéndose de manifiesto en ella enfermedades como: hipertensión, diabetes, retraso en el crecimiento del feto, malformaciones cardíacas de la criatura, también si presenta Rh negativo, es muy recomendable para ellas y la salud del niño realizarse el ultrasonido.

¿Que evalúa la ecografía Doppler?

• Permite comprobar si hay falta de oxígeno en el feto, de igual manera, el nivel de hipoxia.
• Si el bebé presenta anemia y en caso de tenerla, el grado de la misma.
• Si funciona de forma correcta el flujo sanguíneo, perteneciente a las válvulas y cavidades del corazón.
•  La ausencia o presencia de deformidades en la implantación placentaria.

Para realizar esta prueba es curioso, pero no dependes de ninguna preparación en específico, ni privarte de alimento alguno. Si cuentas con el tiempo requerido, es decir a partir de las 20 semanas hasta las 42, podrás realizar el examen. Tan solo dura aproximadamente 30 minutos y los resultados se entregan después de terminado el ultrasonido genético.

En ocasiones surgen ciertas inquietudes por parte de los padres con relación al peligro que pueda correr el bebé, al someterse a este tipo de ultrasonidos. No tenga temor, ellos no son invasivos para la formación de la criatura. 

Estas pruebas ecográficas no representan peligro para el feto, pues el examen utiliza ondas de sonido y no tiene vestigio de radiaciones. Los científicos aseguran que en ningún momento, ha demostrado que provoque daños perinatales.

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Ecografía morfológica

Este tipo de ultrasonido se realiza entre la semana 19 y 20 de las mujeres gestantes. Te brinda informaciones precisas acerca de la morfología del feto y sus órganos, lo que posibilita el descubrimiento a tiempo de posibles anomalías. Analiza además, las arterias del útero para pronosticar el riesgo de preeclampsia.

Primera ecografía

Se puede determinar a través de estos ultrasonidos genéticos, si el embarazo es único o múltiple. Se precisa la edad de gestación fetal y se detecta si existen anomalías cromosómicas, como las relacionadas con la enfermedad de Síndrome de Down, entre otros. 

Importancia de la ecografía durante el embarazo

Los ultrasonidos genéticos o ecografías permiten que se pueda ver el bebé antes de nacer y seguir todo su desarrollo y crecimiento gestacional. Además, se determinan a tiempo anomalías o malformaciones detectadas antes de nacer los niños. Se establece una profunda conexión entre los padres y sus bebés, por lo que puede aflorar en los gestantes sentimientos de protección hacia su criatura.