Un artista de la tierra escocés esculpe el mundo

Mucho se ha hablado sobre el arte y lo transitorio o permanente que puede ser. Algunos artistas nunca obtienen el reconocimiento que merecen mientras están vivos, algunos solo vislumbran y otros disfrutan de la fama y la fortuna que pueden derivarse de ser un artista popular de su generación. El arte en sí también tiene diferentes líneas de tiempo. Algunas obras de arte se consideran geniales en el momento de su creación, solo para ser olvidadas con los años, otras obras de arte a menudo se encuentran viejas y polvorientas solo para exhibirse en galerías de arte y exhibirse en todo su esplendor durante siglos.

Luego está el arte de performance, que existe sólo cuando la performance tiene lugar y nunca más. Pero el land art en sí. Es único, difícil de encajar en cualquier caja, simplemente lo es y puedes disfrutarlo mientras dure o no.

Juan Foreman es un artista de la tierra que vive en Pembrokeshire, Gales. Descubrió el arte mientras estaba en la universidad e inmediatamente se enamoró de él. La idea de crear arte a partir de materiales naturales y simplemente perderse en el proceso le resulta muy atractiva. John trabaja principalmente con piedras en las playas. Por suerte para él, donde vive hay muchas playas con muchas rocas, por lo que no tiene problemas para encontrar material.

Cuando se trata de inspiración, John dice que rara vez tiene una imagen completa en su cabeza. Simplemente va a la playa y pasará allí unas 4 horas creando una obra de arte. A veces entra allí con una vaga idea de lo que quiere crear, otras veces no tiene ninguna idea y simplemente empieza a hacer algo y ve adónde le lleva. Muchas veces, incluso cuando tiene una idea, todavía le sorprende el resultado final.

A John simplemente le encanta el proceso. Para él, crear estas hermosas esculturas rupestres en la playa es un proceso meditativo que lo mantiene cuerdo, tranquilo y con los pies en la tierra. Ella dice que ha sido realmente bueno para su salud mental. Existe la libertad de simplemente buscar algo, disfrutar el proceso y ser espontáneo sin tener que seguir un plan ni tener reglas.

A John tampoco le importa el hecho de que su land art no estará ahí para siempre. Sabe que al día siguiente la marea se llevará sus esculturas y obras. Pero eso no le molesta. Parece que la naturaleza le está dando un nuevo lienzo. John dice que el hecho de que su arte sea temporal y tenga una vida muy corta lo hace aún más especial para él.

A veces recibe comentarios negativos de personas que dicen que su arte podría perturbar la vida de las criaturas que viven en la playa, pero John no deja que eso le moleste. Dice que es ridículo pensar que recolectar rocas en la playa en una formación de concreto pueda perturbar la naturaleza, especialmente si se considera el hecho de que la marea pronto las eliminará. Para John, el land art es la forma más pura de arte, todo en él es natural, tanto el lienzo como los materiales, y la propia naturaleza interfiere en ello.