Neuschwanstein: el increíble castillo que debes conocer y visitar

Visitar lugares antiguos siempre resulta estupendo para reencontrarse con la historia. Esa que ocultan los muros y construcciones de antaño que atraen más que los libros de texto. Conocer el castillo de Neuschwanstein es una experiencia que ilustra lo que te acabo de comentar. Localizado en el sur de Babiera en Alemania, es uno de los lugares que mayor cantidad de turistas atrae cada año.

La historia de este emblemático castillo va ligada a la vida del monarca Luis II de Babiera, apodado ‟rey loco”. Poco después de su coronación Babiera ordenó la construcción de Hohenschwangau, (nombre que tomó en sus inicios), en 1868. Su dueño pudo observar cada paso del proceso desde el palacio de su padre que se ubicaba a solo dos kilómetros. Es lamentable que el rey no disfrutó mucho la magnífica obra pues murió a los cinco meses de haberse instalado.

Babiera amaba el medioevo con todas sus fastuosidades y así lo dejó claro con su querido Neuschwanstein. El castillo está ubicado en la cima de un desfiladero rocoso y se compone de varias edificaciones individuales con 150 metros de longitud total. Exhibe numerosas torres, gabletes, torrecillas, almenas y esculturas. Las ventanas realizadas al estilo románico, en su mayoría en forma de bi y triforio.

La entrada se realiza mediante una barbacana simétrica flanqueada por torres laterales. La construcción está orientada hacia el oeste y sus muros están decorados con colores contrastantes. La cornisa fue rematada con almenas a todo su alrededor mientras que la fachada muestra un gablete escalonado. En este sitio existe en exhibición un cuadro de Babiera, absorto en la fabricación de su espléndida morada.

Sobre el dintel de la puerta de acceso hay un escudo que identifica a la familia real. Un pasaje conduce al patio de armas que consta de dos niveles. El patio inferior se delimita por la barbacana al oeste mientras que el lado sur está abierto. Desde este punto se puede apreciar un paisaje montañoso alucinante. Hacia el este del patio inferior existe un terraplén enladrillado donde una protuberancia poligonal marca el coro de la planeada capilla. Desde este sitio, una escalera conduce al piso superior. En este sobresale una torre cuadrada de 45 metros de altura cuyo propósito es decorativo.

Desde su plataforma de observación se aprecia una vista muy privilegiada de las estribaciones de los Alpes. También es posible visitar en este piso, la ‟casa de los caballeros” y el ‟cuarto de las damas”. Ambas estructuras jamás fueron utilizadas como tal y evocan el castillo de Amberes de la ópera de Lohengrin de Wagner. El ala este del castillo corresponde a la parte residencial y contiene los cuartos de estado y pompa del rey. Del mismo modo incluye las habitaciones destinadas a la servidumbre.

Es una colosal estructura formada por cinco plantas en forma de ortoedros cubiertos por un techo a dos aguas. La fachada principal del bellísimo palacio tiene orientación hacia el oeste y posee un balcón de dos niveles. Al norte podrás encontrar una torre-escalera inferior y un invernadero. La fachada está decorada exquisitamente por frescos. Muchos más son los detalles de esta maravillosa obra arquitectónica alemana, pero deseo que las descubras por ti mismo. Si te das un salto por tierras germanas no olvides ver el tesoro de Babiera.

Toda la historia que rodea la construcción de Neuschwanstein se ha convertido en atracción para nativos y visitantes. Un rey loco que deseaba vivir al estilo medieval, embriagado por sus ilusiones y quién sabe por cuánto pensamiento idealista. Fuera de sus cabales o no, logró trascender los límites impuestos por el tiempo. Allí a 130 kilómetros de Múnich se encuentra el lugar que planificó para servirle de morada.

Tal vez su locura era la pasión desmedida por lo estilizado y hermoso, por los excesos propios de los privilegiados. Lo cierto es que hoy, la edificación es conocida como símbolo de la arquitectura romántica. ¿Sabías que sirvió de inspiración para el mismísimo Walt Disney? Así es, el castillo de la Bella Durmiente fue diseñado teniendo como referente a Neuschwanstein.

Devenido en atractivo turístico prácticamente desde sus inicios, la residencia de los Babiera es muy fácil de visitar. De hecho, en la actualidad tienes la opción de hacer tu reservación de transporte desde la comodidad de tu móvil u ordenador. Te comento tres de las vías más utilizadas por los turistas. Si hablas español, te será más sencillo una excursión guiada por un conocedor de tu idioma. Se trata de un tour económico y que disfrutarás muchísimo. Además, en el camino puedes hacer nuevos amigos e incluso hacerte una sesión de selfie.

Otra opción es el uso de transporte público, pero no es la más recomendable. Sí, porque se requieren varios trasbordos para llegar hasta allí y eso puede ser un tanto molesto si vienes de lejos. Los más intrépidos se aventuran en un viaje de 130 kilómetros en coche. Para ello hay que tener una programación para el trayecto, no es una distancia despreciable. No obstante, ¡seguro es muy divertido!

Cuando te decides a conocer el mundo hay lugares icónicos que no te pueden faltar, Neuschwanstein es uno de ellos. Las construcciones, los muros, las personas son una excelente forma de apasionarte por la historia. No lo dudes.