Aportes del mamey para la salud

El mamey endulza culturalmente a la región tropical, su nombre proviene del Taíno, antecesores que sufrieron exterminio y sólo llegaron palabras tan singulares como esta, con la que bautizaron a la fruta. Originaria de México y Centroamérica, el mamey se ha popularizado en Bélice, Guatemala, El salvador, Honduras y Nicaragua. Otras variedades están cultivadas en el Perú, Ecuador, Bolivia y Chile.

¿Qué es el mamey? 

El mamey proviene de un árbol alto, puede llegar a medir hasta 50 metros. Crece de forma lenta y suele ser muy longevo. Sus hojas verdes brillosas crean una forma similar a un abanico y termina por tupir sus ramas viéndose un lindo follaje. Es una planta ornamental y frutal, es común verla en parques y junto a las aceras de las calles. Suele nacer de forma silvestre durante casi todo el año.

El árbol de Mamey se desarrolla bajo condiciones climáticas tropicales. Existen grandes cultivos en Centroamérica que son empleados para exportación. Acercando el sabor de la fruta al resto del mundo.

Su fruto es de forma ovalada, su tamaño varía y cuenta con una cáscara de textura rugosa y marrón similar a la corteza de un árbol. En su interior encuentras una pulpa de color salmón o rojizo y una semilla grande, brillosa y lisa. 

Pueden llegar a medir hasta 25 centímetros y por lo general contiene solo una semilla, a la cual se le llama pixies que tiene unas dimensiones de alrededor de 8 a 10 centímetros. Para la gastronomía, el mamey es sumamente versátil. ¡Incluso en platos salados! Los aportes del Mamey dejaron su huella en la mesa de los latinos.

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Conoce sobre los aportes del mamey desde el punto de vista nutricional

Cuenta con un alto valor nutricional. Constituye una fuente poderosa de carbohidratos, fibra, calcio, hierro y fósforo. También incluye vitaminas como la A y la C. 

Su bello tono rojizo se lo brinda la gran cantidad de carotenos que contiene en su fórmula. Esta sustancia es un excelente antioxidante, despierta nuestro sistema inmune y refuerza a las células de defensa. Lo que mantiene saludable la piel y la vista.

No concentra gran cantidad de calorías pero resulta más energética que el resto de frutas tropicales por su cantidad de hidratos de carbono. Es libre de grasas y pobre en proteínas como la mayoría de las frutas. Es una fuente de ayuda a contraer y sanar los tejidos a partir del efecto astringente y antiséptico que produce.

El mamey: aportes a la salud del ser humano

Tal es su fama que se cuenta que durante las guerras hispanoamericanas el mamey fue usado como antiséptico. Ya lo dice la sabiduría popular, recetas que han pasado de generación a generación probando cada principio activo de la fruta. 

Sus componentes le aportan un valor para enfrentar enfermedades y fortalecer el cuerpo. Seguramente ya sientes curiosidad sobre los aportes del mamey a la vida del hombre.

Su pulpa es fácil de ingerir, suave, dulce y te permite reponer energías al instante. Esto le da el honor de ser del grupo de los superalimentos. Al ser una gran fuente de fibra es también una laxante natural y protege la mucosa del colon de bacterias. 

Con la presencia de taninos que favorecen la actividad antiinflamatoria y antiviral, también son potentes homeostáticos y como remedio para las hemorroides.

Muy empleado en afecciones como el reflujo, la gastritis y trastornos intestinales irritantes por esas mismas propiedades antiinflamatorias. Detiene el envejecimiento pues algunos de sus componentes son protectores ante los radicales libres. Todo un complemento vitamínico con presencia del complejo B acompañado de la C que evitan la anemia, las neuritis y los eventos cardiovasculares.

La metamorfosis de fruta a medicina

Los aportes del mamey han sido estudiados por años y más al momento de degustarlo como una jugosa merienda. Se emplea en distintas formas para extraer de sí todas esas propiedades que lo vuelven tan beneficioso para la salud. 

• El aceite de Mamey: se extrae de la semilla obteniendo un líquido rico en vitaminas, minerales y ácidos grasos, posee propiedades anti caídas. Promueve la belleza del cabello y ayuda con los problemas de caspa. En la piel logra mantenerla hidratada y suave. Por estas características es usado como materia prima en la industria cosmética como base para lociones, acondicionadores y cremas.
• La semilla rallada: con ese polvo se realiza una infusión que mejora el asma bronquial y la bronquitis crónica.
• Infusión de hojas del árbol del mamey: usado en México para que la presión arterial baje cuando está alta.
• La cáscara: posee la máxima concentración de antioxidantes y cuando se encuentra verde es un poderoso insecticida.

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Cómo consumir el mamey para garantizar sus aportes

Lo ideal es comer la pulpa directamente de la fruta tomando así todas sus propiedades. El mamey es muy popular en otras preparaciones como postres y licuados. Si te decides por alguna preparación dulce es preferible no añadirle azúcar. Ya la fruta posee un dulzor característico que te encantará. 

Precauciones ante su consumo en exceso

No comas la fruta verde, espera a que esté en su punto. Si se consume movida puede llegar a ser tóxica y desencadenar problemas de salud. El exceso no es beneficioso, así que no exageres con tú porción de pulpa, puede provocarte estreñimiento y otros trastornos intestinales. 

Las mujeres embarazadas deben prestar atención pues el consumo de la semilla del mamey en cualquiera de sus remedios podría ocasionar abortos y la masa natural te baja la presión. Si padeces de diabetes mellitus cuídate de los excesos con la fruta, recuerda, ya que tiene azúcar y podría elevar tus niveles de glucosa en sangre.