¿Cómo funciona mi subconsciente?

Descubrir la forma en que funciona el subconsciente ha sido por mucho tiempo una de las mayores áreas de investigación de los psicólogos y expertos. Es más, no podemos entender el funcionamiento de la inteligencia humana si no se conoce a fondo qué es y cómo funciona el subconsciente.

Mientras más descubrimos cómo funciona el cerebro, más preguntas surgen sobre cómo encaja allí el concepto de personalidad, individualidad y mente consciente y subconsciente.

Sin duda, la mente es extraordinaria y es muy interesante ir descubriendo cada uno de los misterios que esconde. Además es muy delicada, como lo demuestran los estudios sobre el daño de las redes sociales en adolescentes y otras investigaciones similares.

Pero ¿qué es el subconsciente y cómo funciona? Vamos a detallar lo que se conoce de este tema.

¿Qué es el subconsciente?

Los psicoanalistas definen al subconsciente como la parte de la mente humana donde se guardan los recuerdos e impulsos que por una razón u otra son reprimidos. Esto significa que la persona no los puede recordar o entender de manera consciente y voluntaria.

Muchos comparan el conjunto de mente consciente y subconsciente como una especie de iceberg. La parte más pequeña, pero visible sobre la superficie del agua es el consciente, mientras que la parte más grande y que se mantiene por debajo, es el subconsciente.

¿Qué significa esto? Pues que el subconsciente es todo aquello que se guarda por debajo de la consciencia del individuo, que no es visible, pero que tiene su propia dinámica e influye en la personalidad de la persona.

¿Qué escondemos en el subconsciente?

La información, emociones e impulsos guardados en el subconsciente no pueden ser accedidos de manera voluntaria. Esto incluye deseos reprimidos, miedos y sobre todo, el recuerdo y emociones vinculados a experiencias traumáticas.

Lo interesante es que aunque no podemos acceder a este contenido, el mismo puede provocar en la persona una serie de emociones como ansiedad, miedo, fobias y otras que se expresarán de una manera u otra.

Las formas más rápidas de entrar al interior del subconsciente son:

• A través de los sueños
• Por acciones inconscientes
• A través de lapsus del habla

Los sueños, la manifestación de nuestros deseos y temores

El contenido del subconsciente se manifiesta a través de los sueños en forma de imágenes o secuencias de hechos que marcaron fuertemente a la persona, ya sea positiva o negativamente.

En cuanto a las acciones inconscientes, se trata de comportamientos o conductas que afloran en un determinado momento y que están relacionadas con el contenido del subconsciente de la persona.

Un ejemplo es una persona que reprime su homosexualidad en público, pero que bajo efectos del alcohol o drogas se desinhibe y muestra abiertamente su preferencia sexual.

Por su parte el lapsos en el habla o “lapsus linguae” se refiere al acto de hablar de un tema y de repente mencionar sin pensarlo una idea, palabra, nombre o frase relacionada con algo que la persona no pensaba expresar.

Algo interesante es que esta información suele salir a flote con más regularidad cuando la persona tiene un nivel de consciencia disminuida, como al estar bajo efectos del alcohol o al dormir.

La activación de patrones en el subconsciente

Según lo explicado, el subconsciente se convierte en un emisor de mensajes o estímulos que de una forma u otra tratamos de procesar a nivel consciente. El resultado es que sin importar cuanto se logre procesar, siempre provocarán cambios en los patrones de comportamiento de la persona.

Los psicólogos conductistas afirman que el subconsciente tiene un papel determinante en las decisiones que tomamos y la respuesta que tenemos ante una condición social o ambiental.

Muchas veces puede estar en la misma línea de acción que el consciente, pero en otras ocasiones puede llegar a provocar una reacción o respuesta totalmente contraria a lo que nuestra lógica nos indica.

Esto es conocido como “autosabotaje” en muchos casos donde dejamos de hacer algo beneficioso para nosotros por miedos o temores infundados que no sabemos explicar.

Sin embargo, el subconsciente no es un “pozo del mal” como pudiera pensarse. Muchos estudios clínicos han encontrado que esta es una de las áreas más creativas que tiene la mente humana.

Mejora la capacidad de resolver problemas

El subconsciente es útil para resolver problemas complejos, especialmente cuando hay que hacerlos “contra reloj” o en un tiempo muy corto. El subconsciente busca soluciones y respuesta a través de un método divergente, mientras que el consciente lo hace de forma sistemática.

Por esta razón, el consciente desecha cualquier solución que parezca “ilógica” y desecha muchas otras que quizás sean más rápidas y efectivas, pero que considera absurdas.

¿Cómo podemos entrar a nuestro subconsciente?

Finalmente, tenemos otro punto interesante sobre el subconsciente y es que hay algunas técnicas terapéuticas que permiten conectar con este y sacar a flote de manera coherente su contenido.

Muchas de estas técnicas se utilizan para el tratamiento de personas con depresión y otros problemas de conducta o mentales. Entre ellas tenemos la libre asociación de ideas, la hipnosis,

La libre asociación de ideas se basa en expresar espontánea y rápidamente los pensamientos que vienen a la mente al ser consultada la persona sobre un tema, escuchar una palabra, escuchar una canción o ver una imagen determinada.

La técnica del ensueño dirigido se basa en llevar al paciente a un estado de relajación que lo ponga en entre el sueño y la vigilia. El terapeuta le pide entonces pensar en ciertos símbolos, lugares o situaciones y el paciente debe entonces expresar cuál fantasía, idea o sensación le despiertan.

Pruebas proyectivas e hipnosis

En cuanto a las pruebas proyectivas, se basan en que la persona describa emociones como si fueran de otra persona y no suyas. De esta forma se puede expresar emociones y pensamientos sin que se activen los mecanismos de defensa de la mente humana.

Pero la hipnosis es la técnica más conocida entre el público. Se trata de una técnica en que bajo un estado de relajación profunda se guía a la persona para enfocarse en las emociones, ideas y temores profundos que están en su subconsciente.

De esta forma, los hace conscientes y pierden gran parte de su poder para alterar las emociones y reacciones de la persona. Además, se puede identificar los problemas y diseñar estrategias para transformarlos en algo menos dañino o si es posible, en algo positivo.