Aurora Station: el primer hotel en el espacio

La Aurora es una estación espacial privada creada por Orion Span, una fundación aeroespacial radicada en California, Estados Unidos. Fue presentada en 2018, durante la Conferencia Space 2.0, como nuevo proyecto comercial de la compañía. Luego, su construcción se ha llevado a cabo gracias a una campaña colectiva de financiación. 

Se prevé que, una vez en el cosmos, orbite a unas 200 millas sobre la superficie de la Tierra. O sea, en lo que se conoce como órbita baja. No fue creada únicamente para realizar experimentos ni con otros fines de carácter científico. Desde el inicio, la concibieron para que se convirtiera en el primer hotel en el espacio de la historia.

La Aurora Station se ha construido siguiendo varios principios de su precedente más cercano: la Estación Espacial Internacional. Por ello, tienen varias características en común. Una de ellas es la forma en la cual descansarán los visitantes. En el primer hotel en el espacio, los huéspedes dormirán en sacos adheridos a la superestructura de la estación.

Del mismo modo, la comida será liofilizada. ¿No sabes qué significa esto? La liofilización es un proceso para deshidratar alimentos y que no se echen a perder con el tiempo. Se logra mediante la congelación del material y su posterior reducción de la presión circundante. Algo muy científico, pero si te lo preguntabas, sí, los pasajeros tendrán la clásica comida de astronauta.

Otra similitud entre ambas estaciones será la labor científica que será ejecutada. Se espera que los huéspedes de la Aurora trabajen en varios experimentos. Serán cultivos de plantas en escasa gravedad y tareas por el estilo. Labores sencillas que ayuden a amenizar el tiempo en la estación y, a la vez, contribuyan a la ciencia.

Claro, no todo funcionará exactamente como en la Estación Espacial Internacional. Una diferencia que de seguro alivia a potenciales visitantes de la Aurora es la proveniencia del agua. Esta se importará desde la Tierra con cada viaje de nuevos invitados. En su homóloga Internacional, el líquido que se toma se procesa a partir de la orina de los cosmonautas.

Este es un detalle importante. La estancia en el primer hotel en el espacio sería por 12 días. Al principio, cualquiera quedará deslumbrado con la vista del planeta y las estrellas, pero, ¿y luego? ¿Qué más podrá hacerse? El primer detalle interesante es la rapidez con la cual los huéspedes estarán girando alrededor de la Tierra. La Aurora dará toda una vuelta al globo terráqueo cada una hora y media. Por tanto, tendrás cientos de atardeceres y amaneceres para hacer fotografías.

¿Habrá que esperar a regresar para poder compartir esas fotos? ¿Estarás incomunicado y no podrás contarles a tus conocidos la aventura que estarás viviendo? Para nada. Si en algún momento estás un poco aburrido, puedes revisar tus redes sociales y navegar en la web. La compañía Orion Span se jacta de que su estación tendrá el internet inalámbrico más veloz del espacio.

Otras formas de emplear el tiempo serán los ya mencionados experimentos. Así, además de un aventurero, podrías sentirte como un científico. Pero no solo queda ahí. Se espera que el primer hotel en el espacio también cuente con una holopantalla para el ocio. En ella se podrá vivir, de forma virtual, experiencias espaciales mucho más extremas.

Una de las características más importantes de esta experiencia es su exclusividad. Será el primer hotel en el espacio, así que, al menos por un tiempo, será también el único. A eso hay que sumarle la poca cantidad de personas que puede albergar. En total, la Aurora tendrá capacidad para sólo dos miembros de la tripulación y cuatro huéspedes. 

¿Y de qué suele venir acompañada la alta exclusividad? Pues de altos precios. Solo las reservaciones cuestan la increíble cifra de 65.000 euros y ya hay personas disputándoselas. ¿Cuánto hay que pagar entonces por la experiencia completa? Nada menos que 7,7 millones de euros, con transporte de salida y regreso a la Tierra incluido. Sí, de momento, son unas vacaciones pensadas solo para millonarios.

No obstante, ni siquiera tener el dinero te asegura poder conocer el primer hotel en el espacio. También es obligatorio cumplir un programa de entrenamiento de tres meses de duración. Esta es una versión acortada de la preparación de dos años que siguen las personas que van a la Estación Espacial. Aquellos que lo superen, recibirán una certificación de cosmonauta de Orion Span. Según asegura la compañía, este documento servirá para usarse en el futuro con otras entidades espaciales.

Este es un término que se trabaja desde hace tiempo, incluso sin iniciar el primer hotel en el espacio. De hecho, ya ha habido experiencias de turismo espacial. El primero en hacerlo fue el estadounidense Dennis Tito, en 2001. Él pagó 20 millones de dólares a la Agencia Espacial Rusa por visitar siete días la Estación Internacional. Además, algunos países llevan años avanzando en el campo. En Estados Unidos se preparan unos 10 puertos espaciales comerciales y hasta tienen regulaciones legales al respecto.

A pesar de esto, muchos expertos se muestran precavidos sobre el futuro inmediato del turismo espacial. Sobre todo por el hecho de que comience a ser un experimento de compañías civiles. Sobre la Estación Aurora, científicos afirman que tiene condiciones para ser incluso más segura que la Internacional. Entre otras cosas, al ser más pequeña tendrá menos posibilidades de choques con micrometeoritos. Sin embargo, advierten que falta que haga un despegue efectivo y pase un tiempo prudencial en órbita. Solo entonces se sabrá.

En definitiva, el primer hotel en el espacio aún tiene que demostrar su seguridad. Si lo hace, sin dudas será una experiencia impresionante. Al principio solo para unos pocos, pero el turismo espacial se seguirá desarrollando. Quién sabe si, en algún momento no tan lejano, sea un sueño que cualquiera pueda cumplir.