Pescador se sorprendió al transportar una quimera de nariz larga

Un pescador se llevó el susto de su vida cuando al descargar sus redes se encontró que había capturado una espeluznante quimera de nariz larga.

El protagonista de esta historia es Garry Goodyear, residente del poblado de Templeman, una localidad de pescadores ubicada al norte de la bahía Bonavista en la región de Newfoundland y Labrador.

En su pequeño barco y con ayuda de unos pocos tripulantes, Goodyear realiza pesca de arrastre en las aguas afuera de los Grandes Bancos de Newfoundland.

Allí fue donde capturó esta quimera de nariz larga mientras realizaba la pesca de rodaballos, una especie muy abundante en esta zona.

Según explicó el pescador, tras pasar los Grandes Bancos, ordenó a la tripulación bajar las redes hasta una profundidad de unos 830 metros e iniciar un recorrido siguiendo una marca de rodaballos que aparecía en el sonar.

Cuando llegó la hora de subir las redes, todos quedaron atónitos al encontrarse que junto a los rodaballos venía un pez con la forma más extraña que hayan visto en su vida.

“Mientras recogíamos las redes a bordo aprecié algo grande de color blanco que venía en ellas. Cuando lo vi de cerca solo pude decir “Buen Dios, ¿qué es eso?”, manifestó.

El pez en cuestión medía medía poco más de un metro de longitud y tenía una nariz muy larga que casi parecía una especie de trompa.

Su boca asemejaba la de un conejo, con grandes dientes anchos, poseía una larga aguja dorsal, aletas pectorales muy largas y peludas y una cola vertical de forma ovalada similar a la de los tiburones.

Pescador de quimera de nariz larga “Nunca he visto algo como esto”

Algo quedó claro, ni el hombre ni su tripulación habían visto antes algo como esta quimera de nariz larga.

Primero el pescador creyó que era un ornitorrinco descompuesto, pero lo descartó al ver que tenía una trompa alargada de textura gomosa, como hecha de cartílago y aletas largas que más bien parecían las alas de un ave, cubiertas de pelillos.

Además tenía terroríficos ojos de intenso color verde neón, y su piel era marrón claro o blanca según el ángulo en que le diera la luz.

Al llegar a la piscifactoría donde suele descargar su barco, Goodyear mostró el animal a los presentes, quienes también quedaron perplejos.

Allí decidió subir fotos a su cuenta en Facebook y pedir ayuda. En poco tiempo pudo enterarse de que se trataba de un ejemplar de Rhinochimaera atlántica o quimera de nariz larga.

Esta especie, también conocida como quimera elefante o narigón sierra, por su larga nariz cartilaginosa, es una especie de pez holocéfalo que habita en aguas del Océano Atlántico a profundidades entre los 200 y 1.500 metros.

Es interesante que mientras usamos toda nuestra ciencia y recursos buscando vida en las estrellas, sigamos encontrando cosas nuevas en nuestros propios mares.

La quimera de nariz larga, especie fascinante y poco conocida

La noticia de la captura de este extraño pez llevó a este pescador a aparecer en un show local de televisión.

Aunque aseguró haber visto algunos peces muy extraños durante sus años de trabajo en los Grandes Bancos, juró que esta quimera elefante se llevó el premio a la rareza.

“Y para decir la verdad, ¡no quiero encontrarme ninguna otra!”, manifestó.

La bióloga marina del Departamento de Pesca y Océanos de Newfoundland y Labrador, Carolyn Miri, explicó que la quimera elefante es una especie fascinante y muy poco vista en esta provincia canadiense.

Agregó que son primas de los tiburones y rayas y como tales son peces cartilaginosos en los que todo el esqueleto es de cartílago y no de hueso.

Una característica interesante es que la mayoría del tiempo se alimentan y reproducen a profundidades entre los 200 y los 1.500 metros.

Sin embargo, una quimera de nariz larga puede descender hasta los 3.000 metros, una profundidad donde la presión del mar es enorme.

El hecho de que vivan en aguas profundas ha hecho difícil para los científicos su estudio y se sabe muy poco de su evolución y comportamiento.

Lo que sí se sabe es que es una especie muy antigua, que convivió con otras ya extintas como los grandes mamuts encontrados bajo un aeropuerto en México y otras desaparecidas hace mucho tiempo.

Las quimeras, monstruosas mezclas de animales

El nombre de “quimera elefante” que recibe esta especie se origina en el término griego “chimaera” usado para nombrar monstruos surgidos de la mezcla de especies diferentes.

En este caso, este pez parece la mezcla de un ave y un pez prehistórico, por su hocico alargado, sus largas aletas pectorales cubiertas de pelos, sus brillantes ojos de color verde neón y la extraña forma de su cuerpo.

Afortunadamente, la quimera de nariz larga es inofensiva para el hombre, pues su dieta consiste en cangrejos, camarones y otros crustáceos que habitan el fondo marino.

Sin embargo, su espina dorsal es muy afilada y si el animal no hubiera muerto por el cambio de presión al ser sacado a la superficie, podría haber causado heridas a la tripulación que manipuló su cuerpo.