Minerales que deja el magma de un volcán y que son valiosos para el mundo

La erupción de un volcán es motivo para activar las alarmas. En pocos minutos la lava encendida crea una catástrofe natural y pone en peligro la vida. Y es que, debajo de la corteza terrestre existe una región grande y profunda semejante a un océano semifluido, el magma. Sus temperaturas son elevadísimas y se compone de varios tipos de materiales fundidos. En ocasiones, la mezcla ardiente se proyecta al exterior lo cual constituye un acontecimiento temido sobre todo en regiones pobladas.

No obstante, más allá del potencial destructivo de los volcanes hay una cara buena que se pasa por alto. El material magmático y los minerales expulsados durante las erupciones tienen aplicaciones directas para los seres humanos. Se conoce que los romanos empleaban las cenizas y rocas para elaborar su magnífico hormigón. Fue con él que construyeron muchas de las edificaciones más emblemáticas de su cultura como el Panteón de Roma.

El basalto quemado de las erupciones se usa como relleno de cemento y para fabricar ladrillos, baldosas y paneles. ¿Por qué tiene tanta utilidad en la construcción? La respuesta radica en la excelente propiedad anticorrosiva que presenta el material. Por si no fuera suficiente, es reconocida por su capacidad para resistir el aplastamiento. Las características mencionadas lo convierten en una joya para los arquitectos de todo el mundo. Al basalto también se le atribuyen cualidades elásticas y aislantes, por lo que gana relevancia en la aviación y prevención de incendios. La industria armamentística y las compañías que fabrican automóviles lo utilizan en sus elaboraciones.

Más reciente, a esta larga lista de beneficios se sumó otro. Un equipo de investigadores señaló el potencial de los supervolcanes para desarrollar baterías y otros productos basados en litio. Según comentan los expertos, sería otra forma de conseguir este liviano mineral. Los principales depósitos de este se encuentran en diferentes salares de Argentina, Bolivia y Chile.

Las elevadas e impredecibles montañas se caracterizan por sus enormes agujeros, fruto del colapso de la cámara magmática tras las violentas erupciones. Esta cavidad se repleta de agua y forma un lago donde el litio se acumula en una especie de arcilla. Una prueba más de cómo pueden ser útiles los minerales que deja el magma de un volcán.

La industria que mueve millones también encuentra en los volcanes un tesoro inmensamente valioso. Piedras preciosas como zafiros, rubíes y diamantes emergen a la superficie gracias a las estremecedoras expulsiones. Estas joyas están constituidas por un gran número de minerales específicos cuya unión resulta en una belleza genuina y formidable.

Crecen las interrogantes tras la erupción del Kilauea en Hawai. Muchos se preguntan si la naturaleza está dando una tregua o recompensa a los habitantes de Isla Grande. Sus pobladores se han visto afectados desde hace más de un mes por la entrada en actividad del mencionado volcán. ¿Cuál es el motivo de las dudas? Pues unas llamativas imágenes que circulan por redes sociales y que muestran unos bellos cristales de color verde. Los locales afirman que fueron encontrados en zonas cercanas al Kilauea.

‟Amigos míos viven en Hawái, justo al lado del área afectada por los flujos de lava más recientes. En plena destrucción de los alrededores y con estrés por lo desconocido, se despertaron con esto: pequeños trozos de olivino en todo el suelo. Llueven gemas, literalmente. La naturaleza es realmente asombrosa”, escribió la meteoróloga Erin Jordan en su cuenta de Twitter.

Las redes quedaron fascinadas ante esta noticia agradable dado la catástrofe anterior. Las explosiones de lava del cráter se asocian a un diluvio de gemas que está coloreando de verde parte del archipiélago. Pero, ¿cuál es la realidad tras el suceso? El Servicio Geológico de Los Estados Unidos aún tiene que estudiar las circunstancias. No obstante, debido a las características geológicas de la zona, las piedras parecen ser fragmentos de olivino. Uno de los minerales que deja el magma de un volcán cuyos tamaños son muy variables. Es posible encontrarlos con la medida de una uña hasta la dimensión de un grano de arena.

‟El olivino es muy frecuente en Hawái. Es uno de los componentes fundamentales del basalto, un mineral que compone el 99,99 % de las rocas de esas islas”. Así afirmó a BBC Mundo el geólogo y responsable del portal GEOetc, Gary Lewis. Estos minerales que deja el magma de un volcán son expulsados durante las erupciones en la lava que fluye hacia el océano. Cuando el material encendido entra en contacto con el agua o se enfría ocurre una transformación hermosa. Los cristales se convierten en un olivino con calidad de gema conocido como peridoto.

‟Actualmente tenemos pruebas sólidas que demuestran que los volcanes pueden apoyar la vida e incluso hay quienes piensan que la misma probablemente se originó a su alrededor”. Estas son palabras de Ceridwen Fraser, profesora de la escuela Fenner de Medioambiente y Sociedad de la Universidad Nacional Australiana. La docente hace referencia a las chimeneas hidrotermales submarinas alrededor de las cuales brota una diversidad de seres vivos fascinante.

‟Esta energía química proviene del sulfuro de hidrógeno, hierro, metano, hidrógeno y otros elementos y moléculas”. Está claro que los minerales que deja el magma de un volcán son muy importantes para el florecimiento de la vida en los lugares más inhóspitos del planeta.

La Tierra es todo un misterio donde los volcanes están incluidos. ¿Qué enseñanza nos deja toda la información leída? Una muy sencilla, todo lo que existe tiene una cara buena que ofrecer.