¿Qué es el gas licuado y cómo se recolecta?

El descubrimiento de los yacimientos de combustibles fósiles cambió radicalmente el rumbo de la historia. Es imposible imaginar el desarrollo tecnológico que hoy disfruta la humanidad sin el preciado “oro negro”. 

Con el procesamiento del petróleo surgieron muchas variantes de combustibles incluso más eficientes y menos contaminantes. El gas licuado es uno de ellos. ¿Conoces sus variantes y modo de obtención? En este artículo encontrarás las respuestas a esta y otras interrogantes. 

El gas licuado de petróleo es un derivado del conocido “oro negro” que se encuentra de forma natural en los yacimientos o se recolecta durante el procesamiento industrial del crudo. 

Está compuesto por dos tipos de gases condensables: propano y butano. Estas son moléculas orgánicas que se forman a partir de la combinación de hidrocarburos. A esta estructura se le suma además un residuo del procesamiento petrolífero: el 1,3-butadieno.

Algunas de las características del GLP son:

• Incoloro: Transparente, similar al agua.
• Inodoro: Cuando se obtiene no desprende ningún olor aunque luego se le añade mercaptano etílico para su comercialización. Este odorante funciona como una medida de seguridad con el objetivo de identificar un escape.
• No es tóxico aunque desplaza al oxígeno por lo que no se recomienda exponerse mucho tiempo.
• Es altamente inflamable por lo que debe mantenerse alejado de cualquier fuente de calor.
• Es muy rentable como combustible por su producción y rendimiento.
• Un litro de gas licuado equivale a 273 litros de vapor. 

Por su parte el GNL ofrece algunas ventajas en comparación con el GLP. Sus características son: 

• Incoloro.
• Es naturalmente inodoro. Como sucede con el gas licuado de petróleo se añade mercaptano como una medida de protección.
• Es menos contaminante. Durante su combustión genera niveles despreciables de óxido de azufre y gases de efecto invernadero. Esto lo convierte en un combustible eco-amigable por lo que constituye el gas licuado de elección para reducir la polución atmosférica.
• Si se derrama sobre tierra o agua, se evapora y eleva sin generar residuos. 
• Es menos inflamable.
• Ocupa 600 veces menos espacio que en estado gaseoso.

La historia del empleo del GLP data de principios del siglo pasado. Todo inició en Estados Unidos cuando se comprobó que la gasolina natural se evapora producto de la liberación de hidrocarburos presentes en la mezcla. 

Este descubrimiento motivó a idear un proceso para el refinamiento del combustible con tal de extraer el propano y el butano. Tras estudiar estos gases, constataron el alto valor energético que respaldaba su potencial uso como combustible.

La recolección del gas licuado de petróleo en las refinarías comienza con el procesamiento primario del crudo en estas plantas. Los derivados que se obtienen son: gas húmedo, gasolinas, diésel, queroseno y gasóleos de vacío. 

Estos últimos se emplean para la producción de gasolinas y como subproducto se desprende el GLP. Estos gases quedan incluidos en una mezcla en la que existen otros añadidos: gasolinas y productos pesados. Finalmente se separan a través de un proceso de destilación.

A pesar de que el mayor volumen de GLP se obtiene como un resultado del refinamiento del petróleo, se puede extraer directamente desde los yacimientos de crudo. 

El proceso consiste en la disminución de la temperatura a valores inferiores a los -40 °C para favorecer la condensación de estos elementos pesados. Luego el líquido se introduce en trenes de destilación donde se purifica la mezcla de propano y butano.